El Cuarteto para Oriente Medio instó el viernes a Israel a poner fin a la colonización y a reanudar las negociaciones para alcanzar en un plazo de 2 años un acuerdo con los palestinos, a lo que el gobierno israelí respondió diciendo que “la paz no puede imponerse”.

El Cuarteto, formado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU, “exhorta al gobierno israelí a congelar todas las actividades de colonización, incluso (las destinadas al) crecimiento demográfico natural, a desmantelar todos los puestos de avanzada construidos desde marzo de 2001 y a abstenerse de proceder a demoliciones y a expulsiones en Jerusalén Este”, declaró el viernes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, leyendo la declaración adoptada en la reunión.

El grupo pidió asimismo la reanudación de las negociaciones israelo-palestinas con el objetivo de llegar a un acuerdo en un plazo de 24 meses.

Este acuerdo debería “poner fin a la ocupación iniciada en 1967 y desembocar en el surgimiento de un Estado palestino independiente, democrático y viable, que viviría al lado y en paz y seguridad con Israel y con sus otros vecinos”.

El Cuarteto se declaró asimismo “profundamente preocupado por el deterioro continuo en Gaza, en particular por la situación humanitaria y de los derechos humanos de la población civil”.

Participaron en la reunión la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, el canciller ruso Serguei Lavrov, la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, el secretario general de la ONU y el representante del Cuarteto, el ex primer ministro británico Tony Blair.

El gobierno israelí respondió ásperamente al Cuarteto por voz de su ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, quien afirmó en un comunicado que ese llamamiento “aleja las perspectivas de paz” en Oriente Medio”.

“La paz no puede imponerse artificialmente con un calendario irreal”, dijo Lieberman.

Por su parte, el negociador palestino Saeb Erakat se congratuló por el llamamiento del Cuarteto al cese de la colonización y lo exhortó a crear “mecanismos vinculantes para que Israel cumpla sus compromisos”.

Después de quince meses de bloqueo, las negociaciones entre Israel y los palestinos estaban a punto de reanudarse la semana pasada con la mediación de Estados Unidos.

Pero el anuncio de nuevas construcciones, durante la visita a Israel del vicepresidente norteamericano Joe Biden, provocó el retiro de los palestinos y la irritación de Estados Unidos, el más firme aliado del Estado hebreo.

Pese a ello, Clinton reiteró el viernes la “solidez” de las relaciones de Estados Unidos con Israel y calificó de “útil y productiva” la conversación telefónica que mantuvo el jueves por la tarde con Netanyahu.

El primer ministro israelí habría sugerido durante la conversación, según sus colaboradores, “medidas destinadas a establecer un clima de confianza” entre israelíes y palestinos.

En una entrevista en Moscú el viernes, Clinton, que se reunirá con Netanyahu la semana próxima en Washington, afirmó que la firme reacción de EEUU frente a Israel “da sus frutos” y aseguró que las negociaciones se reanudarán.

Pero sobre el terreno la tensión seguía al rojo vivo este viernes. Cuatro misiles lanzados por la aviación israelí el viernes por la noche sobre un aeropuerto en desuso en Gaza causó once heridos, informaron fuentes médicas palestinas y testigos.

Antes, después de la plegaria, durante protestas contra la colonización judía, se registraron enfrentamientos entre manifestantes palestinos y fuerzas israelíes en Jerusalén Este, anexado por Israel, y en la Cisjordania ocupada.

Entre tanto, el negociador norteamericano George Mitchell volverá a la región “en unos días” aseguró Clinton para reunirse con Netanyahu y con el presidente palestino, Mahmud Abas.