El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, constató en terreno este sábado la normalidad de los servicios de custodia de los internos y el estado de los edificios de los penales de El Manzano I y El Manzano II de Concepción.
Con posterioridad al terremoto del 27 de febrero, Gendarmería de Chile utilizó las obras de El Manzano II, para recluir a internos de Concepción y de las cárceles de Chillan, Los Ángeles y Coronel. Actualmente alberga a 1.200 internos, tanto imputados como condenados.
Junto a autoridades regionales, el titular de Justicia visitó la unidad carcelaria de la capital penquista, que luego del terremoto y posterior incendio provocado por un motín de los internos, sufrió graves daños en su estructura, lo que llevó al urgente traslado de más de mil 200 reos hasta el Complejo Penitenciario Concesionado, El Manzano II. Este último debió entrar en operaciones de manera inmediata, pese a que los 20 módulos que la componen aún no han sido inaugurados oficialmente.
“El Presidente nos ha encargado a todos los ministros en esta situación de emergencia de constituirnos en terreno y tener una evaluación directa de los daños, no solamente quedarnos con catastros teóricos o con el papel y por eso en 48 horas que llevo de ministro me puse como primera prioridad venir a una de las regiones más afectadas y revisar los penales”, sostuvo el secretario de Estado quien fue acompañado por su jefe de gabinete, Germán Subercaseaux y la Defensora Penal Pública, Paula Vial.
En parte de su apretada agenda en la capital penquista, el secretario de Estado visitó la Corte de Apelaciones para conocer el estado de los daños que sufrió el edificio tras el terremoto de fines de febrero. En la ocasión fue recibido por el presidente (s) de este tribunal, Eliseo Araya, con quien constató el deterioro de algunos pasillos lo que ha obligado a clausurar dependencias y utilizar otras entidades públicas del sector.
En el avión que los transportó hasta la Región del Bíobío, el ministro Bulnes compartió con su par de Defensa, Jaime Ravinet; la esposa de éste, Ximena Lyon; el Comandante en Jefe de la Armada, almirante Edmundo González, y el Comandante en Jefe del Ejército, general Juan Miguel Fuente-Alba, junto a quienes sobrevoló la zona devastada.