Huachipato y la Universidad de Concepción, clubes de la región más afectada por el sismo, empezaron a entrenar en Quilín, según informó el sitio oficial de la anfp.cl. Los técnicos Arturo Salah y Jorge Pellicer optaron por sacar a sus planteles del foco de la mayor tensión.

Universidad de Concepción abandonó la zona el lunes pasado y este lunes se instaló a practicar en la cancha 4 del Complejo Quilín, mientras en el campo 2 del recinto de la ANFP un grupo de Huachipato hacía lo propio vistiendo la indumentaria de las selecciones.

Aunque pertenecen a la misma realidad geográfica golpeada por el terremoto, sus situaciones difieren significativamente. La UdeC entrena con 18 jugadores profesionales, mientras que Huachipato sesiona sólo con 8 que son de la capital o tienen familiares en Santiago. Aún así, tanto el técnico de la usina Arturo Salah como el entrenador universitario Jorge Pellicer coinciden en que “en este momento Concepción no está vivible, para el fútbol ni para nada”.

“Todos lo pasamos mal, pero felizmente sin lamentar desgracias personales”, comenta Salah, mientras supervisa el trabajo de un grupo donde destacan Daud Gazale, Hernán Caputto y Gamadiel García. “Yo estaba en un piso alto y mi principal preocupación fue la incomunicación del momento con mi esposa y mis hijos. Pero hubo varios jugadores que lo pasaron peor, como David Llanos y Abdala, que perdieron sus casas”, comenta Salah.

El resto del plantel solucionará sus problemas personales antes integrarse a la preparación de Huachipato, que esta semana seguirá realizando evaluaciones físicas en el Complejo Quilín.

En la UdeConce se entrena con un grupo casi normal, y las ausencias justificadas de Michael Lepe y Diego Sepúlveda, los más afectados por el sismo. “Michael estuvo desaparecido varios días porque se fue a Tumbes a ver a su familia y no teníamos comunicación con él”, cuenta el gerente Gabriel Artigues.

“Tomamos la decisión de sacar al plantel de Concepción el lunes pasado, porque la ciudad no está vivible: no hay luz, agua, comunicaciones, y existe un temor latente”, agrega, precisando que los jugadores se encuentran todos alojados en casas de familiares o amigos. La UdeConce programó entrenar durante toda la semana en Quilín, disputar algunos partidos amistosos, e incluso Gabriel Artigues cree que “estaríamos en condiciones de volver a jugar por el torneo en el fin de semana del 21 de marzo”.

Y tampoco es descartable que entre martes y miércoles se organice allí en Quilín un amistoso entre los universitarios y el “resto” de Huachipato. Al fin, son dos equipos aún golpeados por el drama penquista que se ponen de pie –con una notable actitud- para sacudirse física y mentalmente tras una tragedia que también estremeció al fútbol y su gente