Dichato, la caleta que resultó completamente destrozada tras el terremoto y maremoto del pasado sábado 27 de febrero, se estaría recuperando. Las diversas comisiones en el lugar indicarían que se está trabajando rápidamente en la remoción de escombros y que hay gran cantidad de vehículos de emergencia para ayudar.
En el lugar, hay personal militar restringiendo la entrada y se mantienen ciertas restricciones sanitarias para evitar el fuerte mal olor que se siente en varias calles de Dichato.
Además, se ha acordado con los damnificados que ellos permanezcan en campamentos en los sectores altos de la caleta. Estas personas durante el día, y en horarios que no rige el toque de queda, bajan hacia la caleta para rescatar algunas de sus pertenencias tras remover los escombros de sus casas.
Los vecinos damnificados comentaron a La Radio que sus necesidades, además de las básicas como comida, vestimenta y colchonetas; incluye palas y carretillas para hacer más fácil el trabajo de remoción.
El problema que ahora atraviesan los damnificados es que escaparon con carpas de veraneo en su mayoría, por lo que temen perder lo poco y nada que les queda en período de lluvias.
En este sentido, ellos hicieron un llamado a las autoridades, sobre todo a la intendenta designada del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselberghe, para que escuche sus necesidades y se trate de volver pronto a la normalidad.
Todos los damnificados en Dichato son personas que en estos momentos se encuentran con varias carencias pero que también han recibido ayuda, especialmente de la Provincia de Ñuble. Ellos destacan la colaboración, por ejemplo, de grupos como ‘¡Fuerza Chile!’ que llegaron ayer en medio de las lluvias para entregarles frazadas y parkas.
Lo más trágico es que las personas, pese a perder cosas materiales, han debido enfrentar la pérdida de familiares quienes bajaron luego de la primera ola que azotó al sector a recuperar ciertas especies y fueron arrastrados por la segunda ola que vino más tarde.
Una de las afectadas dijo que “tenemos un sobrino que desapareció y todavía no lo encuentran pero esperamos que sigan con su búsqueda”.
Asimismo, en la comuna de Coliumo, se puede ver cómo grandes embarcaciones llegaron hasta tierra firme y cómo las cuadras de la localidad han desaparecido tras el sismo y maremoto.
Las marcas que había dejado el mar, según mostraban los pobladores, llegaban hasta los dos metros de altura en un lugar donde antes de esta tragedia se podía disfrutar de las bondades marítimas.
A diferencia de Dichato, en Coliumo las personas están en diferentes albergues y algunas viviendas que se mantuvieron en pie.
Además, de acuerdo al relato de los pobladores, hubo familias que pudieron arrancar y se salvaron tras notar un oleaje distinto y una especie de ebullición en el mar. Dicen que ellos conocían muy bien su comportamiento porque residían desde siempre en ese sector.
En estos momentos, Dichato y Coliumo tienen las fuerzas puestas en remover los escombros y tratar de buscar soluciones para levantarse y volver a ser los centros turísticos de antaño.