Autoridades colombianas capturaron este martes al fiscal delegado ante las Fuerzas Militares, Ramiro Antury, y a otras ocho personas solicitadas en extradición por Estados Unidos acusadas de conformar una red de narcotraficantes, informaron autoridades.
“Al vincularse a este fiscal (a un proceso por narcotráfico) se entiende que estaba interviniendo en forma eficiente para que esa gente sacara adelante su negocio ilícito”, dijo el fiscal general Guillermo Mendoza a periodistas, al referirse a las actividades ilegales de Antury.
El funcionario aseguró que de no existir pruebas ciertas de la culpabilidad del ex fiscal, las autoridades de Estados Unidos nunca “hubieran hecho una solicitud de esa clase”.
Según la información, presuntamente Antury recibía 300 millones de pesos mensuales (unos 150.000 dólares) de la organización del jefe narcotraficante Luis Calle (alias ‘Comba’), por sus servicios.
‘Comba’ está considerado por las autoridades como uno de los más importantes jefes del narcotráfico en Colombia, y es el líder de una banda criminal denominada ‘Los Rastrojos’, con alcances en varias regiones del país, algunos de cuyos integrantes son antiguos ex paramilitares.
Ocho personas más pertenecientes a la organización de alias ‘Comba’ fueron capturadas también dentro de la misma operación, según informó por su parte el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio de inteligencia), que indicó que la operación contó con el apoyo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
El DAS puntualizó en un comunicado de prensa que entre los ocho capturados se cuenta Marlon Valencia Portocarrero, alias ‘La Kety’ o ‘El Viejo’, a quien las autoridades señalan como socio y “hombre de confianza” de ‘Comba’.
Según el DAS, Portocarrero intentó sobornar con 5 millones de dólares a los agentes que lo capturaron.
Las capturas se realizaron en las ciudades de Cali, capital del departamento (provincia) de Valle (suroeste), en Bogotá y la población de Fusagasugá (departamento de Cundinamarca, centro).
El DAS señaló que la red de narcotráfico que integraban los capturados enviaba la droga por vía marítima a México y Estados Unidos, a través de Panamá, Honduras y Costa Rica.