La policía española detuvo la noche del jueves al viernes en el País Vasco, en el norte de España, a un hombre que había sido condenado a 2 años de cárcel por cooperar con el grupo armado separatista vasco ETA, informó la prensa.
La policía detuvo a Pedro María Olano Zabala en la localidad de Lizartza en la primera operación del año contra alguien vinculado a ETA, grupo considerado como una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, señala el diario El Mundo en su edición en línea.
Los agentes de la policía también registraron 2 viviendas de la ciudad, señaló el diario, al tiempo que la radio pública, RNE, precisó que Olano Zabala era sospechoso de haber transportado explosivos para ETA.
El mes pasado, el gobierno advirtió que ETA podría estar planeando un ataque o un secuestro durante la presidencia española, de 6 meses, de la Unión Europea, que comenzó el 1 de enero.
El gobierno elevó su nivel de alerta antiterrorista de 1 a 2 en una escala de 4, lo que indica un “riesgo probable de ataque terrorista”.
En febrero, la Audiencia Nacional, el tribunal penal superior español, dictaminó que aunque Olano Zabala no pertenecía a ETA “ha contribuido a sus objetivos” al amenazar de muerte a la alcaldesa de la localidad, Regina Otaola, que mantiene una línea dura contra los separatistas vascos.
En septiembre de 2007, el tribunal había condenado a Olano Zabala a la cárcel por haber gritado, señalado con el dedo a la alcaldesa, militante del Partido Popular (conservador): “¡Otaola, vas a morir!”, cuando ésta colgaba la bandera española en el Ayuntamiento ante la protesta de unas 30 personas.
Otaola incomoda a muchos separatistas vascos desde que en mayo de ese año fue elegida alcaldesa de Lizartza, ciudad ubicada al sur del balneario de San Sebastián, tras haber declarado su apoyo a la unidad española.
Además de colgar la bandera española en el Ayuntamiento, Otaola eliminó las fotos de los miembros encarcelados de ETA y exigió que todos los actos oficiales se realicen en español y no en la lengua vasca.
El grupo armado vasco ETA es culpable de la muerte de 828 personas en sus 41 años de campaña por la independencia del País Vasco, situado en el norte de España y el suroeste de Francia.
