Socorristas brasileños continúan este sábado buscando víctimas de un deslizamiento de tierra que dejó al menos 26 muertos tras arrasar el viernes con parte de una posada de lujo y varias casas en Ilha Grande, en el sur del Estado de Rio de Janeiro, donde las autoridades no descartan la posibilidad de nuevos derrumbes.

A causa de las incesantes lluvias que azotan la región desde el 30 de diciembre, el municipio de Angra dos Reis contabiliza un total de 39 fallecidos y decenas de desaparecidos en dos deslizamientos de tierra, piedras y vegetación nativa, según el último comunicado divulgado por el Gobierno del Estado de Rio.

En Ilha Grande, la ladera de uno de los cerros sobre la playa de Bananal se desprendió completamente en la madrugada del viernes, enterrando parte de la posada de lujo Sankay -donde habría unas 40 personas- y varias casas alquiladas por turistas para las celebraciones de Año Nuevo.

“Fue un ruido ensordecedor. Nunca escuché nada parecido. Perecía un fuerte trueno que no paraba”, narró al sitio G1 Felipe Gomes Martins, de 32 años, vecino de la posada Sankay.

“Era mucha tierra, barro, árboles, troncos cayendo, llevando todo”, afirmó al contar cómo junto a su padre rescataron a unas 60 personas en un barco durante la madrugada.

Hasta el momento, 26 cuerpos de turistas y locales fueron encontrados por los rescatistas, que este sábado aceleran las búsquedas ante la posibilidad de nuevos derrumbes.

“Toda el área tiene mucho peligro (de nuevos deslizamientos) por la vegetación”, declaró al canal GloboNews el coronel Pedro Machado, comandante del Cuerpo de Bomberos, al explicar el desalojo de las casas cercanas al lugar del accidente.

En Ilha Grande, adonde sólo se puede acceder por mar, trabajan más de 100 efectivos del cuerpo de Bomberos y de la Defensa Civil ayudados por perros. Sin embargo, a medida que pasan las horas las posibilidades de rescatar personas con vida van disminuyendo.

Además, en el centro de la ciudad de Angra dos Reis (unos 150 km al sur de Rio de Janeiro, sobre el continente) otro deslizamiento enterró varias casas, dejando un saldo de al menos 13 muertos, según el Gobierno del Estado de Rio.

En la mañana de este sábado, parientes y amigos realizaron en Angra un velorio colectivo de 12 víctimas de ambos incidentes.

El escenario desolador de apoderó de la paradisíaca Bananal, ubicada en una ensenada de agua cristalina que la hace una de las playas más bonitas de Ilha Grande, uno de los destinos favoritos de turistas extranjeros y nacionales.

Debido a la pronunciada inclinación de la sierra sobre el sector de la playa, y a que se trata de un terreno de roca donde la vegetación desarrolla raíces pequeñas el suelo resulta muy inestable, según especialistas.

“El riesgo natural es muy grande, por causa de la inclinación y de la inestabilidad del terreno”, afirmó el geólogo Alvaro dos Santos, ex director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas, al diario Folha de Sao Paulo.

Además, “la ocupación de áreas inestables aumenta bastante el riesgo de accidentes”, agregó.

Las fuertes lluvias desde el miércoles sobre el Estado de Rio de Janeiro vienen dejando unos 60 muertos, en distintos deslizamientos de tierra e inundaciones.

En todo el estado carioca, unas 3.000 personas debieron abandonar sus casas, según la Defensa Civil.