México pidió un salvoconducto para que el presidente depuesto hondureño, Manuel Zelaya, viaje a ese país como huésped, lo que fue rechazado por el régimen de facto, que advirtió que sólo aceptará que salga del país asilado, condición que el mandatario se niega a aceptar.
Las versiones de un inminente viaje de Zelaya a México movilizaron el miércoles a los medios y a sus seguidores, decenas de los cuales acudieron a las cercanías de la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde permanece refugiado, mientras los militares reforzaban el cerco que la mantiene sitiada.
“La embajada de México nos presentó una petición de salvoconducto, pero lamentablemente esa petición no califica, no contiene la calidad para que se le extienda un asilo al señor ex presidente Zelaya”, dijo el ministro de Gobernación (interior) del régimen de facto, Oscar Raúl Matute.
La solicitud mexicana para autorizar el viaje a México de Zelaya, “al no tener una petición para un asilo, lamentablemente no pudimos otorgarla”, dijo Matute a la cadena de televisión estadounidense CNN.
“No busco asilo en ningún país”, dijo Zelaya en entrevista con la cadena multiestatal Telesur, retransmitida por medios hondureños.
Las versiones de la inminente partida de Zelaya se vieron estimuladas luego de que la Dirección de Aeronáutica Civil de Honduras dijera que llegaría un avión mexicano a recoger al mandatario depuesto.
Sin embargo, Zelaya eludió responder sobre el posible viaje a México cuando fue consultado por la prensa.
“Mientras no tenga una evidencia de lo que ustedes están informando no puedo pronunciarme sobre ese caso”, expresó Zelaya, derrocado en el golpe de Estado del 28 de junio y a quien el Congreso hondureño rechazó la semana pasada restituir en el poder.
“No estoy pidiendo asilo en ningún país del mundo; lo que hemos planteado es que en caso de una eventual salida de Honduras, tendría que ser en calidad de presidente de los hondureños”, agregó.
La Dirección de Aeronáutica Civil aseguró que México enviará un avión para recoger a Zelaya, mientras funcionarios mexicanos admitieron que había negociaciones sobre el viaje con el régimen de facto hondureño.
“Viene un avión de México a traerlo (llevarlo a Zelaya), ya está el plan de vuelo”, dijo a la AFP el director de Aeronáutica Civil, coronel José Alfredo San Martín, sin entregar otros detalles.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, indicó por su lado que el gobierno de facto hondureño propuso a Zelaya “que se asilará, que saliera de la embajada de Brasil (…) y que se fuese a Brasil u otro país como asilado, pero él (Zelaya) dijo que no acepta estatus de asilado, porque él sigue siendo el presidente de Honduras”.
Zelaya permanece refugiado desde el 21 de septiembre en la embajada brasileña tras volver subrepticiamente al país, de donde fue expulsado por los militares tras el golpe que lo depuso.
El presunto viaje de Zelaya fue anunciado un día después de que los presidentes de Costa Rica, Oscar Arias, y de Panamá, Ricardo Martinelli, advirtieran al mandatario electo en Honduras, Porfirio Lobo, que debe lograr que renuncie el gobernante de facto Roberto Micheletti si quiere conseguir reconocimiento internacional.
Costa Rica, Panamá y Perú son los únicos países latinoamericanos que han reconocido las cuestionadas elecciones hondureñas.
Decenas de activistas del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado del 28 de junio se congregaron el miércoles cerca de la sede diplomática brasileña para expresar su apoyo a Zelaya.