La canciller mexicana, Patricia Espinosa, admitió este jueves que en este momento las condiciones para que el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se traslade a México “no están vigentes”.

“Por el momento, después de haber tenido una conversación telefónica anoche (miércoles) con el presidente Zelaya, todo parece indicar que las posibilidades de que este traslado se dé no están vigentes”, dijo Espinosa a los medios.

El gobierno mexicano gestiona desde el miércoles la entrega de un salvoconducto para que el presidente depuesto pueda viajar a México, para lo cual envió un avión oficial que tuvo que aterrizar en El Salvador por la negativa del gobierno de facto de Honduras a recibirlo.

El gobierno de Felipe Calderón, subrayó la canciller, inició las gestiones “a solicitud del presidente Zelaya” para que “pudiera traslarse y permanecer en nuestro país por algún tiempo todavía indefinido”.

Sin embargo, “en este momento estamos simplemente a la expectativa de cómo evolucionen las cosas en Honduras”, señaló.

El régimen golpista rechazó conceder el permiso de salida a Zelaya a menos que pida asilo, lo que implicaría que renuncie a la presidencia.

Al respecto, Espinosa afirmó que todavía no se ha determinado la calidad migratoria en la que recibirían a Zelaya, quien rechaza el asilo y sólo acepta abandonar la embajada brasileña, en la que está recluido, y viajar a México como huésped.

“La legislación mexicana contempla la figura del asilo pero también otras figuras que no necesariamente son asilados. Hay visitantes, visitantes distinguidos, inmigrantes”, describió Espinosa, quien recalcó que la calidad migratoria con la que se admite a un extranjero “es una facultad exclusiva del país que lo recibe”.