Al menos 101 personas murieron en la noche del viernes en un incendio causado por fuegos artificiales en un café de la ciudad rusa de Perm, en los Urales (centro) según los servicios de socorro.
Las autoridades descartaron rápidamente un posible acto terrorista.
“Hasta ahora hay 101 muertos, incluyendo siete personas que fallecieron en el hospital a causa de sus heridas”, dijo el ministro de Salud local, Dimitry Trishkin citado por la agencia de noticias Interfax.
“En este momento hay 140 personas hospitalizadas. Muchos sufren de quemaduras de segundo grado y de intoxicación con monóxido de carbono. Al menos 85 se encuentran en un grave estado”, advirtió Trishkin.
“Murieron 98 personas y hay 139 heridos” por la explosión y el incendio que se desató, había dicho antes a la AFP por teléfono el ministro local de Situaciones de emergencia.
La explosión fue accidental, causada al parecer por un artefacto pirotécnico en un café de Perm, El caballo cojo, donde se encontraban al menos 200 personas, en su mayoría empleados del café y sus familias que festejaban el octavo aniversario del bar.
“La explosión ocurrió en el café llamado El caballo cojo”, indicó la agencia Interfax citando a un funcionario de la policía.
Según la misma fuente, la catástrofe podría haber sido causada por la explosión accidental de un cohete de fuegos pirotécnicos.
La explosión creó un movimiento de pánico y una estampida en el café, según la misma fuente.
La mayoría de las víctimas fallecieron por intoxicación por monóxido de carbono, agregó.
“Había un lanzamiento de fuegos artificiales y uno de ellos cayó sobre un techo de plástico, desatando un incendio que se propagó rápidamente. Hubo pánico y muchos murieron quemados o intoxicados”, declaró el ministro de Situaciones de emergencia de Perm, Igor Orlov
“El accidente fue causado por la violación de las instrucciones para lanzamiento de artefactos pirotécnicos. No se trata en ningún caso de un acto terrorista, puedo asegurarlo cien por ciento”, dijo Vladimir Markin, investigador de la fiscalía rusa, citado por Interfax.
Según fuentes en el ministerio de Situaciones de emergencia, los fuegos artificiales que originaron la tragedia estaban destinados a ser lanzados al aire libre y prohibidos para espacios cerrados.
“Por lo que sé, no se trata de un acto terrorista, es un incendio”, declaró igualmente el gobernador del distrito de Perm, Oleg Chirkunov al canal de información Vesti 24.
Una fuente policial citada por Ria Novosti no descartó sin embargo una intención criminal. “Es lo que muestran una serie de indicios”, dijo.
La fuente comparó este drama con el incendio del hotel Rossia en Moscú en 1977, en el que perecieron 42 personas. La investigación llegó a la conclusión de que se trataba de una negligencia, pero la pista criminal fue evocada durante mucho tiempo con insistencia.