La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, intentó presentar un frente unido con Rusia sobre el polémico programa nuclear iraní durante una visita este martes a Moscú, que sigue siendo reticente a tomar medidas drásticas.
Fuente: Agencia AFP.
“Consideramos que es importante seguir por la vía diplomática y hacer que tenga éxito”, declaró Clinton tras reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
Pero “podría no tener éxito (…) y por consiguiente seguimos considerando la posibilidad de sanciones”, añadió, matizando: “Aún no ha llegado el momento”.
El domingo Clinton advirtió que la comunidad internacional “no esperaría indefinidamente” garantías de Teherán sobre la naturaleza de su programa nuclear. Los países occidentales temen que Teherán intente fabricar armas atómicas escudándose en un programa nuclear civil.
Lavrov afirmó, por su parte, con total claridad que Moscú no era partidario, por el momento, de sanciones, pese a que en septiembre el presidente Dimitri Medvedev declaró que a veces eran “inevitables”.
Las “sanciones, amenazas, presiones son, en la situación actual, contraproducentes”, afirmó. “Hay situaciones en las que son inevitables, cuando se han agotado todos los demás procesos (..) Con Irán, estamos muy lejos de ello”, recalcó.
La secretaria de Estado negó que hubiera venido a Rusia para pedirle compromisos e insistió en la “extrema cooperación” de Moscú. “No hemos pedido nada hoy”.
Antes de su visita, un responsable estadounidense había afirmado bajo anonimato que Clinton quería saber hasta dónde estaba dispuesto a ir Moscú en el caso de que las negociaciones con Teherán quedaran en nada.
En todos los temas en el orden del día, Clinton y sus interlocutores constataron una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses, pese a inevitables “desacuerdos”, sobre todo en lo relativo a Georgia.
Al recibir a su huésped, Medvedev elogió una “aspiración común” por resolver los problemas internacionales. “Discutimos de forma sincera los temas más difíciles, desde una solución en Oriente Medio hasta Irán”, dijo.
Hillary Clinton llamó a una “colaboración estrecha” con Rusia en materia de defensa antimisiles, un tema hasta hace poco muy delicado entre las dos potencias.
La Casa Blanca decidió en septiembre renunciar a su proyecto inicial de escudo antimisiles en Europa del Este, que estaba centrado en una amenaza de disparos de misiles iraníes de largo alcance, por un sistema que protege principalmente contra los disparos balísticos de corto y medio alcance.
Lavrov se felicitó una vez más por el abandono del proyecto inicial pero dijo que quería tener más datos sobre la nueva configuración antes de decidir en qué medida podría Rusia asociarse a él.
En las negociaciones sobre desarme nuclear, otro tema emblemático de las relaciones bilaterales, “se han hecho progresos sustanciales”, aseguró el ministro ruso, quien dejó entrever que persisten divergencias considerables, principalmente sobre la reducción del número de vectores.
Con todo, los dos países siguen teniendo “el objetivo de concluir un acuerdo antes del 5 de diciembre”, fecha en que expira el tratado histórico START I, aseguró Clinton.
La jefa de la diplomacia estadounidense reconfortó además a los defensores de los derechos humanos rusos. “Quiero que sepan que no están solos. Estados Unidos estará siempre con firmeza a su lado”, les dijo.