El depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó que desconfía de un diálogo con el gobierno de facto y calificó de “burla”, la derogación del decreto que suprimía libertades civiles, porque aún están cerrados 2 medios de comunicación.

Fuente: Agencia AFP

Zelaya, derrocado en un golpe de Estado el 28 de junio pasado, pidió a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que llegará mañana para instalar la negociación, que esté alerta para no caer en maniobras, según un comunicado leído por su asesor Carlos Reina.

“No desconfiamos de la delegación sino de los que hoy están gobernando el país”, dijo el derrocado gobernante, quien para iniciar el diálogo había pedido al régimen de facto derogar el decreto y levantar el cerco militar a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugia desde hace dos semanas.

El Presidente de facto, Roberto Micheletti, “continúa burlándose del pueblo hondureño al manifestar que deroga plenamente el decreto”, pues no restableció las frecuencias de transmisión a los opositores Radio Globo y Canal 36, y mantiene en prisión a 38 campesinos zelayistas, añadió.

Mientras, el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, insistió en Estocolmo en que la solución al conflicto en Honduras pasa porque Roberto Micheletti deje el poder y permita el retorno de Zelaya.

“Para nosotros la solución en Honduras es fácil: si quienes participaron en el golpe de Estado se fueran del poder y dejaran regresar al Presidente” Zelaya, entonces “se celebrarían las elecciones en noviembre y habríamos solucionado el problema”, dijo Lula en rueda de prensa al término de una cumbre con la Unión Europea .

“El único problema de Honduras es que hay un Presidente que no debería estar allí”, remarcó Lula, flanqueado por el Primer Ministro sueco y presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt, y el jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.