Volvió a aparecer Natalia Compagnon. Ante el programa Llegó tu Hora de TVN, la esposa de Sebastián Dávalos volvió a las pantallas de televisión a más de cuatro años que estallara el escándalo del caso Caval, el cual desencadenó el desplome de la segunda administración de su suegra, Michelle Bachelet.

“Te agarra la ola, te da vuelta, te lleva al fondo, te tira para arriba de nuevo, arrasa con todo, con tus relaciones personales, con tus amistades, con tu familia, y cuando va en retirada, es muy poquito lo que queda. Tienes que empezar a reconstruir, a buscar el cómo va a seguir tu vida”, admitió de entrada.

También se refirió a cómo están las relaciones familiares tras el revuelo y división familiar que generó el caso: “Estamos como cualquier familia que tiene una tremenda crisis, un tsunami, que obviamente te golpea. Pero aquí lo fundamental es que somos una familia y lo importante son los niños, y todos jugamos para que los niños estén lo mejor posible”.

Eso sí, reconoció que no se contactó con ella para su cumpleaños, el 29 de septiembre.

Mamá fuera de la Junji

Tras el suceso perdió muchas de sus conexiones y amistades, lo cual la hizo sentirse discriminada dado que “se me midió con una vara un poquitito distinta”.

Entre otras represalias, acusó que su madre fue sacada de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), dependiente del Ministerio de Educación.

“Mi mamá estuvo 12 años en la Junji, pasó por distintos gobiernos, siempre con muy buenas evaluaciones, siempre contenta con su trabajo, pero en este cambio de gobierno a mi mamá la echaron, y fue por orden del Ministerio de Educación que la echaron, porque ellos pidieron sacar a la consuegra de Michelle Bachelet. Entonces si eso no es que te afecte el caso, no se que otra cosa puede ser”, señaló.

La mala de la película

En su opinión, la prensa la carticaturizó “como la mala de la película, como la villana (…) Hicieron del caso judicial una teleserie y, obviamente, eso lo sientes cuando sales a la calle en algunas ocasiones y la gente te mira”.

“Me ven como la construcción que han hecho de mi, como la mala, como la culpable de la debacle del gobierno”. De paso, admitió que tras una crisis de esta envergadura “pierdes la libertad que tenías antes”: por dos años apenas salió de su casa y, según dijo, aún se le hace difícil incluso ir a pasear al parque con sus hijos.

“En este país se supone que existe la presunción de inocencia, y en mi caso no se respetó”, criticó, apuntando a la Fiscalía y a la prensa.

Mea culpa

“El mea culpa yo creo que todos lo hacemos, yo sí hice un mea culpa, pero no porque yo hubiera hecho algo que no correspondía. El negocio era un negocio limpio, era un negocio que pasó por todas las instituciones que tenía que pasar. Se visó completamente por todo. Probablemente, ¿cuál es el mea culpa?: hay que tener ojo con la gente con quien uno se junta”, admitió.

También se defendió del millonario crédito que obtuvo en el Banco de Chile gracias a una gestión el dueño de la entidad, Andrónico Luksic. “Yo no me aproveché de Andrónico Luksic para obtener préstamos. Tuvimos un encargo, se cayó el trabajo y decidimos seguir con el proyecto”, explicó.

Según dijo, conoció al empresario en esa misma reunión, bajo recomendación de un exsocio. “A mi me avisaron por correo y me dijeron tienes que ir tal día a tal hora a esta reunión”. Aunque fue acompañada por Dávalos, negó haber conversado con él sobre su parentezco con la exmandataria.

“Entrégame a Sebastián”

También habló sobre el terreno en Machalí y defendió que “nunca estuvo en nuestros planes hacer un cambio de uso de suelo”.

Acusó también que “la fiscalía me decía, entrégame a Sebastián (Dávalos) y te liberamos” y viceversa. Asimismo, también apuntó al ahora suspendido fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, por haberle hecho una petición similar: “Entrégame a Sebastián y te liberamos”.

“Sebastián de verdad que no estaba involucrado. Sebastián fue como que iba pasando por la calle, le llegó un paquete y se tuvo que hacer cargo del paquete”, aseguró. Insistió asimismo en la existencia de filtraciones por parte de Arias, asegurando tener pruebas que, acusó, no fueron investigadas.

Envidia de Peñailillo

“Hay mucha gente que está detrás” de la operación política ligada al caso Caval, aseguró, pero apuntó principalmente contra el exministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, a quien “yo siempre lo he sindicado como uno de los que tuvo una participación importante en esto”.

En concreto, apuntó a una rivalidad entre Dávalos y Peñailillo, considerado en ese entonces el “hijo político” de la Mandataria: “Había un sentimiento, no sé si competencia, había algo que se confundió respecto de Sebastián, manipuló las situaciones…”, afirmó.

-¿Había envidia?, le preguntaron.

-Sí, claro, respondió.

“Si tienes al hijo de la presidenta trabajando dentro del gobierno, obviamente eso le generó un conflicto a Peñailillo”, subrayó.

“Una buena oportunidad”

En la ronda final de preguntas, todos los miembros del programa hicieron su último acercamiento mediante un pingponeo con respuestas rápidas. En esa dinámica hubo dos respuestas que llamaron la atención.

Le consultaron si patentar la marca “me enteré por la prensa”, cuya inscripción consiguió Dávalos hace unas semanas era “un descriterio o una buena oportunidad”. Tras pensarlo largos segundo optó por lo segundo: “una buena oportunidad”, respondió.

En otro juego le consultaron por un viaje fuera del país con el fiscal Emiliano Arias o Rodrigo Peñailillo. También le dio muchas vueltas. Eligió al ahora suspendido fiscal, pero con una condición: “Dos ravotril”.

Entrevista sin repeticiones

El encuentro entre la imputada por el Caso Caval y los siete entrevistadores no será replicado en las redes sociales de la estación pública, y su capítulo no quedará alojado en el archivo online de TVN. Quienes no puedan ver el programa, no tendrán otra posibilidad de chequear el diálogo a través de las plataformas digitales del canal, por petición expresa de Compagnon.

La petición fue confirmada a BioBioChile desde el canal público, donde aseguran que este fue el único requerimiento de la esposa de Sebastián Dávalos de cara a su irrupción televisiva.

De acuerdo a información de la misma estación, Compagnon no cobró honorarios por la entrevista y tampoco vetó preguntas ni temas de interés. Sin embargo, en la transmisión sí se negó a hablar sobre su familia y sobre la arista aún en juicio del caso Caval.