La Democracia Cristiana (DC) finalmente inscribió a Andrés Palma como candidato al Consejo Constitucional tras la caída de la opción de Nicolás Preuss para la lista en la RM, con Todo por Chile, pacto que incluye al PPD y el PR.
Esta fue una de las tres candidaturas que rechazó el Servel, en este caso porque no entregó la autorización para que el organismo abra una cuenta bancaria única a su nombre y cargo a modo de recibir aportes de campaña.
Andrés Palma nació en Santiago, el 21 de julio de 1955, y es ingeniero comercial de la Universidad de Chile, donde también obtuvo un magíster en economía.
Entre 1990 a 2002 fue diputado por el entonces distrito 25 de la RM y entre marzo de 2003 a octubre de 2004 fue ministro de Planificación y Cooperación (hoy Desarrollo Social y Familia) bajo el gobierno del expresidente Ricardo Lagos.
Según la Biblioteca del Congreso, en diciembre de 2008 fue designado como representante de Michelle Bachelet ante la junta directiva de la Universidad Arturo Prat, cargo que ejerció hasta agosto de 2010.
Luego, en julio de 2014, Andrés Palma fue designado secretario ejecutivo de la reforma educacional por el entonces ministro del ramo, Nicolás Eyzaguirre.
En su perfil de Twitter, por ejemplo, tiene publicaciones a favor del Apruebo – en el primer proceso constituyente – y contra Carabineros junto a Sebastián Piñera, al que tildó de “tonto”.
Las otras postulaciones rechazadas
Las otras postulaciones rechazadas por el Servel fueron la de Marco Andrés Hernández Clarck (Unidad para Chile: RD, CS, Comunes, FRVS, AH, PC, PS y PL) y la de Tiare Noemi Cáceres Uribe (Chile Seguro: UDI, RN y Evópoli).
Mientras él iba por Tarapacá, finalmente no podrá hacerlo al no estar afiliado al partido que lo declaró.
Ella, en tanto, tampoco podrá competir por uno de los 50 escaños del Consejo Constitucional ya que fue declarada como independiente aunque registra afiliación a un partido dentro de los nueve meses anteriores al vencimiento del plazo para declarar candidaturas.
Con todo lo anterior se descuadró la paridad, por lo cual los partidos deben proponer nuevos nombres, que a su vez deben ser revisados y confirmados por el Servel.