El GOPE de Carabineros confirmó que se encontró pólvora negra en los elementos, mientras la Fiscalía Metropolitana Sur no descartó que más de una persona haya participado del ilícito.
De acuerdo a registros audiovisuales del edificio comercial Tánica, en la comuna de Vitacura, un hombre ingresó -aproximadamente a las 10 de la mañana de este jueves- por la puerta principal a una cafetería pública que se encuentra en el primer piso del inmueble.
Allí, este sujeto -aún no identificado- se acercó hasta el sector de la terraza y jardínes. Según pericias de Labocar de Carabineros, esta persona habría extraído de su mochila una olla a presión de 10 litros y un extintor de un kilo, para posicionarlas debajo de una banca y dentro de un basurero.
Posteriormente, este hombre se retiró del lugar y minutos después, un trabajador de la cafetería Kant recibió un llamado anónimo que alertaba sobre una bomba que se había instalado en el lugar, quien desestimó el aviso porque pensó que era una pitanza.
No obstante, alrededor del mediodía, una fuerte detonación se escuchó en el edificio, que alberga oficinas, y -con una diferencia de 20 minutos- se sintió otro fuerte estruendo, lo que obligó a desalojar el lugar.
Carabineros llegó luego del llamado de emergencia y dio cuenta sobre dos artefactos explosivos que habían detonado en el lugar, por lo que personal del GOPE se apersonó en el lugar y logró confirmar que estos elementos tenían pólvora negra.
La Fiscalía Metropolitana Sur, encargada de investigar este tipo de hechos en la región, llegó a la escena y, a través de la persecutora Claudia Cañas la institución detalló que estos artefactos tenían un sistema de activación eléctrico vía reloj análogo.
Además del GOPE y Labocar, llegó personal de OS9 de Carabineros, quienes realizaron diligencias por cerca de 9 horas en el sector de calle Agua del Palo con avenida Santa María de Manquehue, donde ocurrieron los hechos.
El intendente de Santiago, Felipe Guevara, lamentó la situación ocurrida, aseguró que no se registraron lesionados y que los daños en las inmediaciones de la cafetería fueron menores. “Estos hechos son muy infrecuentes, al menos en la región Metropolitana”, subrayó.
Asimismo, a través de una declaración pública, el edificio Tánica aseguró que se encuentran colaborando con las autoridades para que puedan realizar las investigaciones de rigor.
Según precisaron, “apenas hubo conocimiento de los hechos, se activaron los protocolos de seguridad, e informamos inmediatamente a Carabineros de Chile, quienes recomendaron evacuar a todos los colaboradores de las instalaciones”.
Con todo, la situación recordó inmediatamente el caso bombas, que comenzó a gestarse en enero de 2009, cuando un supuesto grupo anarquista instaló cuatro artefactos explosivos en diversos puntos de la capital y Xavier Armendáriz fue el fiscal designado para liderar las diligencias, que más tarde fue reemplazado por Alejandro Peña.
El gobierno de la época se querelló por daños simples y daños a la propiedad contra quienes resultaran responsables, pero el Ministerio Público no logró demostrar la asociación ilícita terrorista.
Por ello, en octubre de 2011 se logró el sobreseimiento de 13 de los imputados, en lo que fue calificado como una derrota para Fiscalía Metropolitana Sur, la misma que ayer quedó a cargo de las indagatorias por la detonación de los explosivos en Vitacura (aunque ninguno de esos dos persecutores está en dicha unidad actualmente).
