Atletas alemanas, pioneras en el cambio de paradigma para usar trajes de cuerpo entero

No debe ser una sensación agradable que te filmen directamente en la entrepierna cuando como mujer gimnasta ejecutas un salto split mientras llevas un traje ajustado y reducido a su mínima expresión.

Al menos, ahora las normas permiten llevar las piernas cubiertas, pero el traje tiene que ser ajustado para las mujeres. Esto no puede tener nada que ver con la evaluación del rendimiento, después de todo, los hombres hacen gimnasia con pantalones que no se ajustan bien.

Que lleven pantalones cortos en ejercicios en suelo obedece a que, si fueran largos, el estribo bajo el pie les dificultaría la carrera y el salto.

Hombres

El motivo de todo esto es el habitual: las reglas fueron hechas por hombres y dirigidas a un público masculino voyeurista y las imágenes y los comentarios sobre las mismas son proporcionados por editores deportivos en su mayoría hombres.

Fuera de los grandes eventos como los Juegos Olímpicos, las mujeres tienen poco interés en la cobertura deportiva. En la Olimpiada, se supone que – al menos las mujeres – deben cumplir con los prejuicios: potentes, simpáticas, llenas de gracia y, a ser posible, sexys. El sexo vende.

Mujeres

Pero este mercado tiene límites. Las asociaciones deportivas, los medios de comunicación y los patrocinadores necesitan más mujeres, como miembros, como usuarias, como consumidoras, para seguir creciendo. Se trata de dinero.

Jóvenes

El clima social ha cambiado, aunque no todos los medios de comunicación social se han dado por enterados. La última batalla en contra de los trajes de cuerpo entero y las atletas seguras de sí mismas sigue.

Al menos el COI se ha dado cuenta de que los Juegos Olímpicos deben cambiar si quieren seguir existiendo. Los nuevos deportes de BMX freestyle, el surf y el patinaje deben conquistar a los jóvenes, que tienen ideas completamente diferentes de lo que es la ropa correcta, independientemente del sexo.