2020 estuvo dentro de los diez años más secos desde 1981 en Chile, con un déficit nacional del 12%, siendo la zona más afectada el territorio entre Coquimbo a Bío Bío, donde se superó el 36% de números rojos.
Con ese resultado, se sumaron 14 años consecutivos secos, agravando las condiciones de sequía. Además, de acuerdo a los datos de ARClim, se proyecta que el 84% de las comunas de Chile enfrentan riesgos altos a raíz del cambio climático en diferentes variables.
Fue en este contexto, donde dos apps chilenas surgieron para apoyar a quienes trabajan en agricultura para manejar el estado de ríos y canales de regadío.
Se trata de OUAd y Celador en línea. La primera está destinada al ambiente administrativo y la segunda directamente para celadores, los encargados de recorrer y realizar las mediciones correspondientes en fuentes de agua.
El sistema permite mejorar el registro, la comunicación y la trazabilidad de la información para lograr una mejor toma de decisiones, contribuir a la mejor administración de los recursos, contar con información relevante de forma oportuna, disminuir los conflictos por el agua cuando esta escasea, fomentar la acción conjunta de las organizaciones y facilitar el trabajo de las Organizaciones de Usuarios de Agua (OUAs).
En el fondo, el parcelero o agricultor puede conocer en tiempo real dónde está la fuga o por qué le está llegando menos agua, por ejemplo.
La app busca “busca revolucionar la gestión del agua en cauces, proveyendo una solución de telemetría y gestión de cauces en base a un software y una plena integración con hardware y softwares existentes”, dijo Juan José Crocco, uno de los fundadores de Cuencas Chile.
