El científico ecuatoriano que va tras las huellas de la Era de Hielo en los Andes

Créditos: José Luis Román en el laboratorio de paleontología de la Escuela Politécnica Nacional en Quito | Agence France-Presse
Por Camilo Suazo
La información es de Agence France-Presse

La información es de Agence France-Presse

Jueves 27 agosto de 2020 | Publicado a las 10:49

visitas
visitas

José Luis Román busca entre granos de arena residuos de dientes de roedores prehistóricos. Quiere entender cómo algunas especies consiguieron sobrevivir hace 40.000 años a la Era del Hielo en los Andes, un fenómeno apenas explorado en lo que hoy es Ecuador.

De 43 años, este hombre que viste casi siempre de explorador es uno de los únicos tres paleontólogos que tiene su país.

Curador de la colección de paleontología de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) de Quito, Román va tras de una empresa ambiciosa: descubrir cómo fue el Pleistoceno tardío o Era del Hielo en esta parte de los Andes.

Con paciencia de relojero, remueve el material que recolectó entre 2009 y 2012 en el dormidero de una lechuza gigante bautizada Asio ecuadoriensis, que vivió hace unos 40.000 años y fue descrita para la ciencia este año junto con paleontólogos argentinos.

 El paleontólogo ecuatoriano José Luis Román, limpia la mandíbula de un toxodon encontrado en la provincia de Azuay (Andes ecuatorianos | Agence France-Presse

El paleontólogo ecuatoriano José Luis Román, limpia la mandíbula de un toxodon encontrado en la provincia de Azuay (Andes ecuatorianos | Agence France-Presse

En el Pleistoceno se produjo una “extinción masiva” de especies. Muchas de las que ahora conocemos sobrevivieron a ese fenómeno, de ahí la importancia que tiene para la ciencia el estudio de este periodo porque da “respuesta a por qué el Ecuador o cualquier región del mundo tiene las especies de flora y fauna actuales”, dice a la AFP Román.

La galería donde fue encontrado un tarso de Asio ecuadoriensis, que pudo haber medido hasta 80 centímetros de alto, también contenía restos de roedores silvestres que sirvieron de alimento al ave que vivió en la quebrada Chalán, en la provincia de Chimborazo (sur).

En Chalán, al pie del volcán apagado Tulabug, también se han hallado huesos de mastodontes, perezosos gigantes, felinos dientes de sable, jaguares, lobos, caballos, paleollamas y hasta una musaraña prehistórica.

José Luis Román, muestra el tibiotarso de un Asio ecuadoriensis, un búho gigante 'caníbal' de 40.000 años descubierto en la Quebrada de Chalan en Chimborazo
José Luis Román, muestra el tibiotarso de un Asio ecuadoriensis, un búho gigante ‘caníbal’ de 40.000 años descubierto en la Quebrada de Chalan en Chimborazo

Los restos de roedores primitivos forman parte de la colección de la EPN, que incluye 7.000 ejemplares catalogados y 2.000 aún por identificar.

“Los Andes es una parte que aún tiene mucho por descubrir”, asegura el paleontólogo.

A continuación extractos de la entrevista con Román:

¿Qué datos aportan los roedores sobre la Era del Hielo en los Andes?

Los roedores tanto actuales como fósiles nos dan una clave paleoecológica muy importante. Nosotros hacemos una lista de especies que vamos encontrando y esa lista nos habla de un ecosistema particular porque hay especies que viven en páramo o en la selva tropical o en bosques andinos, solo viven de tal a tal rango de altitud. Entonces, cuando nosotros tenemos una lista de estos animales nos avientan unos datos ecológicos geniales.

En el caso de quebrada Chalán, que hoy tiene una altitud muy similar a Quito (2.800 metros), este grupo de especies de roedores nos lanza (información) de que en ese momento era un páramo. Había lo que hoy podemos encontrar casi mil metros más arriba, es decir pajonales, cuerpos de agua.

¿Cómo sobrevivieron a la Era del Hielo?

Había un ecosistema muy bonito y fuerte como es ahora el páramo. Los páramos son ecosistemas muy ricos no solo en plantas sino en especies (animales), y justamente los roedores viven en el pajonal. Como viven haciendo cuevas y galerías en medio de las plantas, para ellos es mucho más fácil adaptarse a ese tipo de temperaturas.

José Luis Román muestra una mandíbula de la subfamilia de roedores Sigmodontinae encontrada en la Cordillera de Cutucu | Agence France-Presse
José Luis Román muestra una mandíbula de la subfamilia de roedores Sigmodontinae encontrada en la Cordillera de Cutucu | Agence France-Presse

¿Cómo fue la Era del Hielo en los Andes?

A diferencia de lo que pasó en Norteamérica, donde todo se congeló, acá -los ratones nos aventaron también estos datos- en el callejón interandino la temperatura ambiental habría sido entre seis y siete grados centígrados más baja que la actual. Eso significa que era algo muy cercano a lo que hoy es un páramo.

– ¿Cómo era la cordillera de la Andes?

Pensamos que en el momento de la Era del Hielo estos lugares eran refugios para la fauna. Había cuerpos de agua muy importantes y alrededor bosques muy bien dotados que permitían ser refugio para mastodontes y perezosos que eran herbívoros muy grandes y que necesitaban muchísima comida.

Una característica importante que hemos visto de las especies que no se extinguieron y que podemos ver en estos días -el caso por ejemplo de la lechuza- es que normalmente en ese momento eran más grandes que las actuales. Fueron grupos que experimentaron una disminución en su tamaño y en su peso corporal.

– ¿Cuáles son los fósiles más antiguos hallados en Ecuador?

Nosotros acá quisiéramos encontrar fósiles muy, muy primitivos, hablo de edades como unos 600 millones de años, pero nuestras rocas son mucho más modernas. La cordillera de los Andes se sigue formando, es muy jovencita. Eso quiere decir que las rocas fueron fondos marinos o plataformas continentales hace 400 o 500 millones de años.

Pudimos conseguir fósiles cerca de Macas (sureste), en la cordillera del Cutucú, de más de 300 millones de años. Es lo más antiguo que tenemos en el Ecuador. Son restos marinos de trilobites, corales marinos y braquiópodos.

Lo último