Irene, el primer gran huracán de la temporada en el Atlántico, avanzaba este jueves hacia el sur de las Bahamas y debería azotar el sábado las costas del este de Estados Unidos.

Con vientos de 185 km/h, el huracán pasó en la noche del miércoles al jueves a la categoría tres de la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles, y podría aún ganar más potencia de aquí al sábado, según un informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

A las 06H00 GMT, el ojo del huracán se ubicaba a 165 km de Nassau (Bahamas) y a 1.225 km de las costas estadounidenses de Carolina del Norte, desplazándose hacia el noroeste con una velocidad de 19 km/h, de acuerdo al reporte del NHC.

“Según nuestras previsiones de trayectoria, el ojo del huracán se desplazará hacia el noroeste de las Bahamas (el jueves) y pasará frente a la costa este de Florida” el jueves en la noche, informó el centro meteorológico norteamericano.

Antes de golpear a Estados Unidos, Irene podría pasar a ser un huracán de categoría cuatro, con vientos de hasta 217 km/h, advirtió el NHC.

La fuerza de sus vientos se extienden en un radio de unos 410 km, según los meteorólogos.

En el archipiélago de las Bahamas, sus habitantes se preparaban para lo peor, tal como comentó Edna Smith, una habitante de Holmes Rock, en Gran Bahama, quien afirmó que su “marido ya cerró los postigos, y hacemos los preparativos para partir”, precisando que su casa ya había sido inundada durante pasajes de huracanes en 2004 y 2005.

“No nos quedaremos aquí. Probablemente nos traslademos a un refugio”, agregó.

Olas de 3,3 metros son esperadas sobre las costas, y se prevén precipitaciones superiores a los 30 cm.

Después de las Bahamas, Irene debería alcanzar en la mañana del sábado la localidad de Cabo Hateras, en Carolina del Norte, antes de continuar hacia el norte y azotar el domingo la costa este de Long Island, en Nueva York, advirtió el NHC.

En el litoral de Carolina del Norte, en las Outer Banks, una franja de arena de más de 150 km de longitud, las autoridades comenzaron el miércoles a evacuar a los turistas y residentes. También se dispuso la evacuación de las islas Ocracoke y Hatteras.

“Esto podría ser un huracán mayor, por lo cual tomamos esto muy en serio”, explicó la gobernadora de Carolina del Norte, Bev Perdue.

Según el director del NHC, Bill Read, la trayectoria de Irene aún permanece incierta, pero “el centro exacto del huracán podría estar cerca de las costas el sábado y eventualmente amenazar a Nueva Inglaterra (noreste del país) y Long Island”, indicó.

El jefe de la Agencia estadounidense para situaciones de emergencia, Craig Fugate, precisó que los servicios de urgencia se preparaban para la llegada del huracán, desde Carolina del Norte a Nueva Inglaterra.

“Este será un gran huracán. Que no toque una zona no quiere decir que no produzca daños sobre las costas más al norte”, advirtió.

“Lo más importante por el momento para la población, es escuchar y seguir las instrucciones de sus autoridades. Si les dicen que deben evacuar, tendrán que evacuar”, subrayó Fugate.

Según el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, el presidente Barack Obama ha sido informado el miércoles sobre la evolución de Irene en su lugar de vacaciones, en la isla Martha’s Vineyard, en Massachusetts (noreste), un sitio que podría encontrarse en la trayectoria del huracán dentro de algunos días.

Las autoridades se ocupan de “verificar los detalles logísticos, con el fin de asegurar que los recursos adecuados estén en su lugar”, dijo el portavoz.

Hasta el momento, Irene ha dejado dos muertos, uno en República Dominicana y otra en el territorio de Puerto Rico. Además, una persona fue reportada como desaparecida en República Dominicana.