Libby Huffer (45) sufrió toda su vida cuando en los recreos la llamaban “aliento de lagarto” y “sapo” durante décadas por su condición.

La mujer tiene Neurofibromatosis, un trastorno neurológico genético que causa que se formen protuberancias no cancerosas en su cuerpo dondequiera que haya nervios.

Pero un brote de cientos de tumores se multiplicó en miles después de que ella quedó embarazada de su hija Lindsey hace 23 años. La afección la dejó sufriendo un dolor crónico que significaba que incluso un abrazo la lastimara.

Después de compartir su situación, a esta oriunda de Fort Wayne, Indiana, (Estados Unidos), se le ofreció un tratamiento especializado para reducir la apariencia física del trastorno en el programa de televisión The Doctors de CBS.

Según consigna el periódico británico Mirror, en junio pasado se sometió a su segunda cirugía de electrodesecación para eliminar 1,000 de los “tumores” en su cara y el tejido que causa los crecimientos.

Para disminuir la cicatrización, luego se sometió a una cirugía con láser C02, que suaviza la piel y reduce la apariencia de las marcas.

Huffer ha notado una gran diferencia en su apariencia desde la cirugía, pero espera crear conciencia y que las personas sean más comprensivas con quienes luchan contra la neurofibromatosis.

“Mi vida no ha sido diferente desde la cirugía, aparte de haber despertado un gran interés que siempre ha sido mi mayor objetivo. Todavía hay un largo camino por recorrer para sanar el daño emocional que he sufrido a lo largo de los años, pero sé que eso solo mejorará con el tiempo”, afirmó la mujer.

Libby era una adolescente, cuando cientos de protuberancias causadas por Neurofibromatosis 1 se desarrollaron en su piel, la afección afecta a una de cada 2.500 personas.

“Los tumores en toda mi espalda causan dolor crónico, los nervios en mis pies tienen una sensación de hormigueo todo el tiempo que dificultan el sueño. Incluso pueden lastimarse con cosas simples como un abrazo o incluso si el agua de la ducha los golpea de cierta manera”, agregó.

Además indicó que su problema no es contagioso, sino que tiene un trastorno genético neurológico que causa la formación de tumores tanto dentro como fuera del cuerpo dondequiera que haya nervios presentes.

Libby se unió a Neurofibromatosis Midwest, institución donde se recaudan fondos para educar aún más a la comunidad, y así puedan financiar más investigaciones médicas sobre el desorden, etc.