El objetivo del Transantiago era cambiar por completo la manera en que los capitalinos conocían el transporte público, y funcionó. Sin embargo, no de la forma en que el Gobierno de la época y los expertos aseguraron que lo haría.
Germán Correa, quien en 2003 era el coordinador general del Plan de Transporte Urbano de Santiago, explicaba que la idea de este nuevo sistema era “cambiar todo lo que hoy día conocemos y llevar la calidad Metro a la superficie, queremos que la gente se sienta orgullosa, se sienta bien, se sienta cómoda”.
La primera parte del que prometía ser un sistema revolucionario de transporte estaba agendada para agosto de 2005, pero se debió postergar hasta octubre de ese mismo año por distintos percances. Esta primera etapa consistió en sacar paulatinamente de circulación las denominadas micros amarillas -sin modificar recorridos ni números- para cambiarlos por nuevos buses articulados, es decir, orugas.
Finalmente, el sistema en su totalidad comenzó a operar en febrero de 2007, provocando un descalabro en la vida de los capitalinos. Ante el caos que se vivía en la superficie, mucho de los usuarios optaron por el transporte subterráneo, lo que provocó un notable aumento en la demanda de Metro.
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La presidenta de la República, Michelle Bachelet, en su discurso del 21 de mayo de 2007, fue enfática en reconocer que “las cosas se hicieron mal. Ha sido esta reforma una experiencia mala y frustrante para una enorme mayoría de santiaguinos, especialmente para los sectores más pobres”.
Los espejos de las finanzas
La denominada “Ley Espejo” es el subsidio al transporte público metropolitano. Se habla de espejo porque cada peso que se invierte en el Transantiago se reparte a las demás regiones del país y a los servicios no integrados al plan y que operan en la Región Metropolitana.
Desde 2009 se han derivado recursos para el funcionamiento del Transantiago, cifra que hasta la fecha llega a los 5 mil 172 millones de dólares, los que se deben sumar a los 325 millones que se pretenden inyectar este año.
Al respecto, el Subsecretario de Transporte, Carlos Melo, reconoció a Radio Bío Bío que las proyecciones económicas realizadas hace 10 años no fueron las correctas. “Cuando Transantiago parte es indudable que las proyecciones respecto a los ingresos que el sistema tenía, eran proyecciones que no eran correctas”, indicó.
Por otro lado, el experto Louis De Grange explicó que “el subsidio que tiene el Transantiago aproximadamente son US$ 800 millones al año y por ley existe un monto equivalente para regiones. Lamentablemente hay regiones que han devuelto parte importante de estos fondos, no existe la masa crítica o el músculo en muchas regiones para empujar proyectos que puedan ser financiados adecuadamente con estos fondos que al final terminan subsidiando tarifas o en algunos casos habilitando oficinas para personal del servicio pública y cosas de ese tipo”.
“Las autoridades de transporte no han sido efectivas ni en referente a la masa de Santiago, ni en aprovechar los recursos que por ley espejo existen para las regiones”, precisó.
Recorridos y Vías Exclusivas
El sistema actualmente se encuentra en constante cambio para adaptarse a las necesidades de los usuarios, las que generalmente se enfocan en los recorridos junto con los tiempos de espera y de desplazamiento. Ante esta necesidad, el actual Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones introdujo una serie de cambios y espera agregar otros en la nueva licitación del servicio.
Entre las últimas medidas destacan 28 cambios en los recorridos y una extensión horaria en cuatro servicios además de dos nocturnos. Se trata de los recorridos 401, 403, 418 y 427 que desde el 14 de enero de este año comenzaron a recorrer las calles capitalinas las 24 horas del día mientras que el 432n y D09n sólo lo hacen durante la noche.
Además, se resignaron los servicios de empresas que sufrieron crisis financieras, como Subus y Alsacia-Espress. En este sentido, uno de los ejemplos fue el servicio 424 que pasó de ser anaranjado a turquesa mientras que el servicio 416e fue eliminado para transformarse en el 546e, el cual tambien cambió color.
Por otro lado, el año pasado se inauguró el recorrido más largo del Transantiago. Se trata del servicio 712, el que cubre un total de diez comunas en cerca de tres horas.
Para responder a las críticas de los usuarios en relación a los tiempos de viaje se implementaron las denominadas “Vías Exclusivas del Transantiago“, las que operan de lunes a viernes -excepto festivos- entre las 07:30 a 10:00 horas y entre las 17:00 a 21:00.
Todas estas vías, a excepción de José Joaquín Pérez y San Pablo, son controladas a través de cámaras y puedes verlas en Google Maps. Además, los conductores que no respeten esta normativa se arriesgan a multas que pueden alcanzar los 40 mil pesos.
Puedes revisar todas las Vías Exclusivas AQUÍ
Tarjeta Bip
Los usuarios del Transporte Público Metropolitano, desde el 2003, utilizaban la Tarjeta Multivía en el Metro y cuatro años más tarde comenzó a ser usada en la primera etapa del Transantiago. Paulatinamente este primer plástico comenzó a ser reemplazada por el actual sistema de pago: la Tarjeta Bip!
La actual tarjeta puede ser cargada con la cantidad mínima de mil pesos y con un máximo que asciende a los 25 mil 500. Dicho plástico se puede comprar y cargar en todas las boleterías de Metro, todas las oficinas llamadas Centro bip! y en Puntos bip!, ambos identificados con el logo de la tarjeta. También se puede cargar en los Totems ubicados al interior de las estaciones de Metro y mediante el sistema Unired, en supermercados Unimarc y a través del sitio web Tarjetabip.cl, sin embargo, esta carga debe ser validada en un totem.
Además, con la Tarjeta Bip! se puede acceder al beneficio de integración tarifaria entre el Transantiago y Metro, el que consiste en el cobro de sólo una porción del segundo pasaje dependiendo del tramo horario y de la combinación que realice el usuario.
Según se explica en la página del Transantiago, otro de los beneficios de esta tarjeta es el Viaje de Emergencia, el que permite realizar un único viaje con transbordo en bus aunque el usuario no cuente con el saldo suficiente para cubrir el servicio. El monto utilizado se descontará en la próxima carga de la tarjeta.
