La empresa La Frontera, que pretende instalar una central de generación eléctrica “on the run” en el río Bío Bío, financió el estudio que da cuenta de una contaminación en la ribera sur del afluente en San Carlos de Purén.

Los vecinos del comité de medio ambiente de esa localidad lo atribuyen a la falta de alcantarillado, pero también a la probabilidad que la empresa agrícola y lechera Ancali esté vertiendo purínes (residuos generados en predios lecheros) al río.

Recordemos que la empresa agrícola se opuso al proyecto de La Frontera, por considerar que traerá consigo problemas ambientales, especialmente con la inundación de 600 hectáreas en un espacio de servidumbre.

Alberto Araneda, docente investigador de la Unidad de Investigación Ambiental EULA de la Universidad de Concepción, confirmó que el estudio lo encargó la empresa La Frontera y es la continuidad del iniciado en 2015.

Respecto al estudio propiamente tal, el docente dijo que hay indicios de contaminación en el río, por la descarga de aguas servidas.

Sin embargo, Araneda indicó que la investigación no concluye que precisamente esas aguas servidas provengan de la la industria lechera.

La empresa agrícola Ancali, por medio de un comunicado, criticó el estudio del EULA porque las muestras se tomaron fuera del predio, y asegura que contrastan con otros que dan cuenta de lo contrario.

También anunció que recurrió a la justicia para denunciar a una industria del sector, la que estaría vertiendo desechos orgánicos a los canales de agua que existen en el lugar, para que sea visto por la autoridad sanitaria.