La discusión sobre la necesidad de hacer modificaciones al Impuesto Verde ya se da con fuerza en la zona, buscando beneficiar a las comunas donde están emplazadas las empresas que deben pagar el tributo.

Es un impuesto anual cuya vigencia ya comenzó, pero el recaudo ocurrirá por primera vez en marzo de 2018. En este sentido, en comunas como Coronel y Talcahuano creen que es posible impulsar y lograr cambios en este aspecto de la Reforma Tributaria.

La empresa Colbún, que opera en Coronel la central termoeléctrica Santa María -que produce 350 megawatts- es una de las afectas al nuevo impuesto. Su director de Asuntos Públicos, Julián Perret, respalda la idea de que la comuna pueda recibir directamente al menos parte del tributo.

El alcalde del municipio que más empresas con impuesto verde tienen en todo el país, Boris Chamorro, apela a la necesidad de hacer cambios, para lo cual sabe que es indispensable contar con el apoyo de los parlamentarios.

Henry Campos, alcalde de Talcahuano, también coincide con hacer cambios a la ley en beneficio de las comunas más afectadas, pero plantea que esto debiera ser para todos los tributos, no sólo los derivados de emisiones contaminantes.

En Talcahuano y Coronel son 8 las plantas pesqueras que deberán pagar el impuesto a fuentes fijas con emisiones contaminantes, algo que la presidenta de Asipes, Macarena Cepeda, atribuye a un error pues se incluyó a calderas de respaldo, aunque estas operen 10 días al año o solo en casos de emergencia. En todo caso, dice estar a favor de un cambio.

De esta manera, se hace más amplia la discusión sobre este tema, especialmente en la región del Bío Bío, que cuenta en su territorio con 31 de las empresas que quedaron en el listado final, más del 40% del total.

Este consideraba inicialmente cerca de 500 fuentes fijas, cifra que se redujo a 150 cuando se dejaron fuera aquellas que funcionan con biomasa y tras la exclusión de hornos y fundiciones, finalmente el universo se acotó a menos de 90.