Existe preocupación por la situación actual de la hepatitis en la región del Bío Bío, ya que se trata de una enfermedad viral que podría derivar en la inflamación crónica del hígado, cirrosis hepática o cáncer en los casos más extremos, y sus síntomas se confunden fácilmente con los de la gripe.

La variante A de la enfermedad está en pleno brote en la zona, con tasas de 19,5 por 100 mil habitantes, y se transmite por consumo de agua o alimentos contaminados.

En tanto, la variante B de hepatitis pasó de una tasa de 1 infectado el 2005 a 3,5 el año pasado, y se da por exposición a sangre o fluidos corporales infectados, vía sexual, drogas inyectables y otros.

La epidemióloga encargada en el Servicio de Salud Talcahuano, María José Arriagada, indicó que en el año se han registrado 24 casos de hepatitis, un tercio de los cuales se han registrado en personas de entre 20 y 30 años.

Tanto Arriagada como la enfermera Jeannete González, informaron a la comunidad en un stand dispuesto en el Hospital Higueras, insistiendo en que se trata de una enfermedad que se puede prevenir.

En el caso de la Hepatitis C, de una tasa de 0,6 pasamos a 1,7 en 10 años. Se transmite por exposición a sangre contaminada y están en riesgo las personas que se sometieron a una transfusión sanguínea antes de 1996, cuando no existían sistemas de tamizaje al respecto.

Para prevenir esta variante de la enfermedad, se debe evitar compartir aparatos de uso personal, como máquinas de afeitar, jeringas o agujas.

Es preciso insistir en que la prevención es la clave: lavar manos y alimentos, usar preservativos y no compartir elementos cortantes o agujas de uso personal.