El director regional del Sename, Rachid Alay, evitó señalar que exista una red de explotación sexual infantil en la región y emplazó a los organismos dependientes del servicio -que acusaron esa realidad- a denunciar de manera formal.

Alday se desmarcó de las declaraciones vertidas al Mercurio, por organismos dependientes de la institución, sobre una potencial red de explotación sexual de niños y adolescentes en la región, enfatizando en que el trabajo del Sename se remite a realizar seguimiento al entorno de los jóvenes en situación de riesgo, y a tratar de seguir y reparar los casos que ya han sufrido algún tipo de delito sexual.

El director comentó que si bien a partir del trabajo que se ha realizado con los cerca de 180 jóvenes afectados este año se desprende una realidad compleja, hay que ser responsable a la hora de sugerir que exista una red de explotación sexual infantil en la región.

Las ONG privadas, que son dependientes del Sename, realizan un trabajo de reparación a víctimas que contempla a la familia y también el entorno.

Sin embargo, Alday reconoció que muchas veces, se trabaja sobre delitos o daños ya consumados, por lo que el foco de la acción es tratar de recomponer psicosocialmente a los niños y adolescentes que llegan a los centros.

El presidente regional de la Asociación de Trabajadores del Sename, Jorge Borredá, hizo un llamado a los parlamentarios a colaborar con los organismos que ayudan a niños vulnerados, en vez de realizar denuncias contra la institución.

Cuando los organismos colaboradores del Senam reciben a niños, jóvenes y adolescentes que han sufrido algún tipo de explotación sexual comercial -sea infantil, trata de personas, turismo sexual o pornografía infantil- activa ejes de trabajo con la víctima, la familia y la comunidad en la que ocurran este tipo de delitos.