La cancillería anunció -a través de un comunicado- que, producto de la incertidumbre en el diálogo, el Gobierno de Chile suspenderá indefinidamente su participación como acompañante si no se concretan a la brevedad las condiciones entre las partes para la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes y conforme a estándares internacionales.

Lo anterior, mientras el gobierno y la oposición de Venezuela continúan en Caracas en la búsqueda de un acuerdo para resolver la crisis política, tras los infructuosos acuerdos durante una ronda de diálogo celebrada entre el lunes y este miércoles en República Dominicana.

De hecho, debido a ese contexto, la delegación de Chile no estuvo presidida por el Canciller el 29 de enero recién pasado, “debido a los obstáculos surgidos para el logro de un acuerdo serio y creíble entre las partes, que posibilite la realización de elecciones presidenciales libres y democráticas. La última ronda se ha extendido por varios días con el resultado de un acta de acuerdos que no incluye fecha de las elecciones y otros aspectos importantes, decisión que depende exclusivamente de los propios venezolanos”, recalcó la cancillería chilena.

Pese a ello, el Gobierno de Chile reconoció y valoró el esfuerzo liderado por el presidente Danilo Medina de República Dominicana y su canciller Miguel Vargas.

“Quedan asuntos pendientes que tienen que ser discutidos en Caracas y las partes se trasladarán a Caracas para comenzar las consultas y poderse reunir allá”, dijo el mandatario de ese país tras el fin del diálogo en suelo dominicano.

Jorge Rodríguez, principal delegado del gobierno de Nicolás Maduro, aseguró que se firmó un “preacuerdo” con “elementos de entendimiento”, aunque sin dar detalles.

Sin embargo, el principal negociador de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Julio Borges, aseveró que no se había suscrito ningún documento.

Por su parte, en dicha instancia -y pese a la ausencia canciller Muñoz-, el Gobierno de Chile participó como acompañante del diálogo buscando aportar -sin éxito- para que las elecciones presidenciales se desarrollen con plenas garantías, incluida la presencia de observadores internacionales independientes.