Pasadas las 06:15 horas de este miércoles aterrizó en la Base de la Fuerza Aérea en Pudahuel el avión cisterna más grande del mundo, el SuperTanker 747, el cual será probado para combatir los incendios forestales que afectan a la zona central de Chile.
La operación del avión fue donada por Lucy Ana Avilés, chilena residente en Estados Unidos y casada con Benjamin Walton, nieto del fundador de la cadena Walmart y perteneciente a una de las familias más ricas de Norteamérica.
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Avilés descartó los cuestionamientos a la nave y aseguró que la máquina ha sido probada con éxito en distintas partes del mundo.
“Le ruego a Dios que quienes tengan que dar las instrucciones en Chile sea la Conaf la Onemi tomen ventajas de esta donación. El éxito de este avión ha sido comprobado en varios lugares del mundo, dependerá en gran parte de cómo lo dirijan”, sostuvo en su cuenta de Facebook.
El Boeing 747-400 tiene una capacidad cercana a los 72 mil litros de agua con químicos retardantes, como espuma y gel, que pueden ser lanzados en forma de lluvia o a presión desde una altura de 100 metros, lo que permite atacar columnas de fuego de hasta 5 kilómetros, de acuerdo a la empresa propietaria de la máquina.
La donación de esta aeronave estuvo envuelta en una gran polémica, debido a que en un principio, organismos técnicos como la Conaf habían optado por no usar aviones grandes, pues son poco efectivos en superficies irregulares como las que hay en las regiones de O’Higgins y del Maule.
