El gobernador de Carolina del Norte declaró el estado de emergencia en Charlotte este miércoles tras la segunda noche de enfrentamientos en la ciudad, desatados tras la muerte de un hombre afroamericano a manos de la policía.

He declarado el estado de emergencia e iniciado esfuerzos para desplegar la Guardia Nacional y la Patrulla de Caminos para asistir a la policía local en Charlotte“, escribió el gobernador Pat McCrory en Twitter.

Un manifestante fue gravemente herido de bala y se encuentra con respiración asistida tras un choque “entre civiles”, según dijo la Alcaldía en Twitter, que añadió que la policía “no abrió fuego”.

Todo comenzó cuando una manifestación pacífica, organizada contra los abusos policiales, se desbordó con actos de violencia. Centenares de manifestantes empezaron a romper ventanales y lanzar proyectiles contra la policía, quienes respondieron con bombas de gas lacrimógeno, de acuerdo a lo informado por un periodista de la Agence France-Presse

Los manifestantes están convencidos de que Keith Lamont Scott, un hombre negro de 43 años, abatido el martes por disparos de la policía, fue víctima de un flagrante error.

Según la policía, Scott fue abatido por el agente Brentley Vinson porque se negaba a bajar su arma de fuego. Los familiares de Scott afirman, por el contrario, que el fallecido solo tenía un libro en su mano.

Lo del arma “es una mentira”, aseguró Taheshia Williams, vecina del barrio, cuya hija estudia en la misma escuela que uno de los hijos de Scott.

“Le quitaron el libro y lo reemplazaron con un arma. Ese hombre esperaba sentado aquí todos los días a que su hijo saliera del autobus”, añadió.

La muerte de Scott, en un contexto de hechos similares en otras ciudades estadounidenses, llevó a manifestaciones la noche del martes. La movilización terminó con 16 miembros de las fuerzas del orden heridos, según la policía, y un número no determinado de manifestantes lesionados, según medios locales.

Diferentes teorías

El agente Vinson ha sido suspendido a la espera de los resultados de una investigación administrativa.

“Puedo asegurarles que se incautó un arma”, dijo el jefe de policía de Charlotte Kerr Putney. “También puedo asegurarles que no encontramos el libro al que se ha hecho referencia”.

Tras los hechos varias personas se manifestaron el martes con pancartas en las que se podía leer “La vida de los negros importa” y al grito de “¡Sin justicia no hay paz!”, según la televisión local.

Putney explicó que unas dos horas después las protestas se volvieron violentas, se dañaron autos de policía y se lanzaron piedras a los agentes.

El presidente Barack Obama llamó este miércoles a los alcaldes de Charlotte y de Tulsa, donde el viernes una policía mató a otro hombre negro que iba desarmado.

“Ambos alcaldes pusieron al día al presidente sobre la situación sobre el terreno” en sus ciudades, informó un funcionario de la Casa Blanca.

Los contendientes a la presidencia de Estados Unidos también reaccionaron a los hechos en Charlotte y Tulsa.

“Keith Lamont Scott. Terence Crutcher. Muchos otros. Esto tiene que acabar“, tuiteó personalmente la demócrata Hillary Clinton.

El republicano, Donald Trum, llamó en Twitter a “hacer Estados Unidos seguro de nuevo“, y este miércoles, en un acto en una iglesia afroamericana de Cleveland, Ohio, se preguntó si la agente que disparó a Crutcher se habría asustado.