El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió hoy miércoles en la Casa Blanca al dalái lama, -pese a las críticas provenientes de China-, en una cita que fue privada, a puertas cerradas y sin la presencia de reporteros.

El exiliado líder espiritual de los tibetanos fue recibido por la puerta de atrás y en la Sala de Mapas de la Casa Blanca, no en el Despacho Oval, donde el presidente estadounidense suele recibir a sus visitas.

Se trató de la cuarta visita del dalai lama a Obama en la Casa Blanca.

Críticas

Las principales críticas a esta reunión fueron realizadas desde Pekín, desde donde afirman que “el dalái lama es un lobo con ropa de monje” y que “suele presionar a mandatarios extranjeros para que no se reúnan con él”.

El monje budista de 80 años -oficialmente retirado de la política y en exilio en India desde la insurrección de los tibetanos contra la dominación china en 1959- insta más a una autonomía para el Tíbet que a la independencia formal.

China no tardó en manifestar su desagrado ante el encuentro.

“Hemos tomado nota de las informaciones sobre esta reunión privada”, declaró en Pekín el portavoz de la diplomacia china, Lu Kang, antes del encuentro en Washington, y dijo haber “hecho saber a la parte estadounidense su firme oposición” al mismo.

“Si tal encuentro se llevara a cabo, enviaría una mala señal a las fuerzas separatistas que buscan la independencia del Tibet” y “afectará la confianza mutua y la cooperación” con Washington, añadió el portavoz.

En la última visita del dalai lama, en febrero de 2014, la Casa Blanca tuvo la precaución de subrayar que éste era recibido “como un jefe espiritual y cultural respetado internacionalmente”, dando a entender que no era invitado como dirigente político. Aquel encuentro fue también cerrado a la prensa.