La actriz de 20 años Taylor Hickson demandó a la productora Incident Productions tras sufrir un grave accidente mientras rodaba la cinta de terror Ghostland, el cual la dejó con una gran cicatriz en su rostro.
El incidente ocurrió mientras la artista filmaba una escena en diciembre de 2016, donde debía golpear con los puños una puerta de vidrio. A petición del director Pascal Laugier, repitió la secuencia con mayor intensidad, por lo que la puerta se quebró y Hickson cayó sobre los vidrios.
Los trozos le provocaron extensos cortes en el rostro y en la parte superior de su cuerpo, por lo que requirió más de 70 puntos y cirugía plástica.
La actriz que también participó en Deadpool como Meghan Orlovsky, demandó a la productora asegurando que debido a la desfiguración de su rostro no ha podido trabajar y lo que ha significado una merma en sus ingresos.
A pesar de usar maquillaje, la cicatriz que le dejó el accidente sigue siendo visible hasta el día de hoy, así al menos se puede ver en su cuenta de Instagram.
La artista también asegura que el accidente hizo que perdiera confianza en sí misma y en su posibilidad de encontrar trabajo.
sun me mad squinty⭐️ -@pomme_salon killed it once again-
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