No hay dudas de que Di Mondo fue el verdadero rey del Festival de Viña del mar. Desde el día que pisó la Ciudad Jardín, acaparó las miradas y se convirtió en un atractivo que la prensa no pasó por alto.

Su extravagante traje en la Gala, su White Party y sus peculiares atuendos fueron cubiertos incluso por los noticieros de los canales. Y es que Di Mondo se ganó el cariño de la gente gracias a su simpatía y espontaneidad.

Pero, ¿quién es el hombre real trás “Di Mondo”? Ya sabemos que es un socialité que se rodea con la alta sociedad de Estados Unidos y que se viste con los mejores diseñadores de moda del mundo. Que es uno de los hombres más fotografiados en Nueva York y que su estilo ha sido destacado incluso por el New York Times. Lo que pocos saben, sin embargo, es que su pasado está marcado por la lucha de sus padres por sobrevivir.

Nacido como Edmundo Huerta, Di Mondo es hijo de una pareja de esfuerzo. “Mi papá (un exjugador de fútbol) nació en Marchigue (Región de O’Higgins) y mamá en San Fernando, pero creció en Santa Cruz. Ellos, cuando se conocieron, fue amor a primera vista”, aseguró hace un tiempo en el programa Mentiras Verdaderas de La Red.

La relación de la pareja fue puesta a prueba con el Golpe de Estado, pues el padre de Di Mondo estuvo desaparecido durante 75 días, sin que nadie supiera si estaba vivo o muerto. “Él fue perseguido porque participaba en una cooperativa avícola y, al parecer, era un dirigente muy importante y era un muy buen líder. Hasta en la cárcel se convirtió en un buen líder”, reconoció el socialité.

Por su parte, su madre, que en ese momento tenía tres meses de embarazo (del hermano mayor de Di Mondo) jamás se dio por vencida y asumió que él estaba encarcelado. “Mi mamá le llevaba comida y ropa limpia todos los días, pero no sabía realmente si estaba vivo”, aseguró.

Al parecer, parte de esas cosas llegaban a manos del hombre, pues se las arregló para comunicarse con su esposa y hacerle saber que sí estaba vivo. “Él, ingeniosamente, tomó un pedazo de papel confort y con la paja de una escoba y escribió puntito por puntito ‘Estoy bien. Te amo’. Lo dobló y lo puso en un par de calcetines, y en realidad no sé cómo mi mamá lo encontró”, reveló.

El hombre siguió encarcelado durante tres años hasta que tuvo la oportunidad de irse de Chile junto a su familia. Eligieron Nuevo México (EE.UU.) para radicarse, ya que tenían un familiar en la zona. “En ese momento había una amnistía y muchos países estaban entrando para ayudar a los presos. Por suerte tuvo la oportunidad”, afirmó.

Los padres de Di Mondo vivieron todo el proceso para salir del país por separado y recién se vieron en la puerta del avión. En todo momento, el hombre temía no encontrar a su familia en el lugar. “Todo ese proceso de irse fue bien traumático”, dijo el socialité.

Pero, a pesar de todo lo que tuvieron que vivir, Di Mondo aseguró que pocas veces se habló del tema en su familia, pues aseguró que su padre no guarda rencor ni tiene resentimientos.

De hecho, en una ocasión su papá se encontró con su torturador frente a frente, cuando trabajaba como instructor de karate. En medio de una clase se dio cuenta que el abuelo de uno de sus alumnos era el hombre que una vez le había disparado, pero no hizo nada al respecto.

“Mi papás nos han inculcado que uno tiene que vivir sin cargarse con los problemas o las maldades de otras personas”, relató el socialité.

A pesar de escapar de Chile, las tragedias para la familia aún no terminaban. Cuando la mamá de Di Mondo estaba embarazada de él, las cosas no fueron fáciles. Incluso los médicos le advirtieron que podía perder al bebé.

“A los tres meses que mi mamá me llevaba en su vientre, el doctor le dijo que había posibilidad de pérdida y que necesitaba cuidado intensivo. Una amiga le recomendó que tomara agua hervida con cáscara de armadillo o de su anillo de oro de matrimonio para ayudar a asentar al bebé, y así llegué a nacer en el amanecer del 15 de Agosto de 1983. Cuento esto porque esas circunstancias generaron en mí una fuerza de amor y supervivencia”, señaló Di Mondo en una antigua entrevista con revista Cosas.

“Hay momentos trágicos que pasan en la vida que te quiebran, te destruyen o te hacen más fuerte. En este caso, creo que nos hizo más fuerte como familia”, aseveró en el programa de La Red.

Pese a tener una buena vida en EE.UU., su familia decidió regresar a Chile cuando Di Mondo aún era un niño. Se fueron a vivir a Santa Cruz, en la provincia de Colchagua, donde tuvo una infancia feliz. Se dedicó a sus estudios y al taekwondo, convirtiéndose en campeón nacional, gracias a lo cual viajó por muchos países.

Una historia de amor no muy tradicional

Una de las cosas que muchos desconocen de Di Mondo es que estudió Ingeniería en Administración de Empresas, sin embargo, jamás ejerció. Y es que con sólo 22 años, un viaje a Miami cambió su vida.

Pocos meses después de la muerte de su abuela, de quien era muy cercano, Di Mondo fue a visitar a una tía en Florida (EE.UU.). Cerca de la casa de ella había un spa de lujo que estaba a punto de reinagurarse, y decidió asistir al evento.

Allí conoció a dos mujeres, con quienes tuvo una conexión inmediata. Una de ellas era una joven que tomaba fotografías para la sección de Vida Social de una revista. Tras conversar un rato, le aseguró que él sería “perfecto para su primo, Eric Javits”.

A los pocos minutos, le presentó a la madre de Javits, quien también quedó encantada con su personalidad.

“Al final de la noche, yo las acompañé al auto… y ellas llamaron a Eric. Le dijeron,’encontramos la persona para ti’”, recordó, aunque aseguró que fue todo muy extraño.

No obstante, Javits, quien es un connotado diseñador 27 años mayor que Di Mondo, se encontraba en el Paris Fashion Week, por lo que no pudo reunirse de inmediato con él. A los pocos días, recibió un mail de él manifestándole que quería conocerlo y, que si iba a Nueva York, lo visitara.

Di Mondo no respondió el correo, aunque al tiempo volvió a llamar a las mujeres para saber de ellas, quienes lo convencieron de hablar por teléfono con el diseñador.

La conversación fue fluida y cordial y, tras ella, la entusiasmada joven le regaló a Di Mondo un pasaje para que viajara a Nueva York a conocer a su primo. Aunque lo dudó mucho, finalmente aceptó, pues nunca había pisado aquella ciudad.

“Cuando nos vimos fue ¡INSTANTE!… Lo supe de inmediato. Puede que suene a telenovela, pero sentí mi corazón latir“, comentó a revista Cosas.

La pareja pasó junta todo el fin de semana. “A los 10 días, volví por dos semanas. Después nos fuimos juntos a Palm Beach, a un almuerzo donde estaba su mamá, sus tíos… Regresé a Chile a terminar mis estudios, vine a Nueva York a celebrar su cumpleaños en mayo. Él fue a Chile a celebrar el mío en agosto, y el 31 de diciembre del 2006 me mudé a la gran manzana”, agregó.

Desde entonces no se separaron más y ya llevan más de 10 años de relación.

De la mano de Eric, Di Mondo se convirtió en un personaje que destaca por sobre el resto y alguien que no teme a mostrar quién es o decir lo que piensa.

Por ello es que tampoco lo pensó mucho a la hora de cambiar oficialmente su nombre a Di Mondo. “La idea surgió cuando decidí crear mi propia empresa. Elegí Di Mondo con la ayuda de un experto en numerología y me gusta porque en italiano significa ‘de este mundo’, que es como siempre me he sentido. Es mi nombre oficial desde el 2 de mayo de 2012”, agregó.

Hoy Di Mondo se ganó el cariño de los chilenos, tanto como lo ha hecho Leonardo Farkas, y al parecer tampoco tiene la intención de pasar desapercibido en cada una de sus visitas al país.