La cantante estadounidense Demi Lovato, quien tiene 5 exitosos discos, confirmó que padecía de trastornos de bipolaridad y que, incluso, no podía estar más de una hora sin consumir cocaína.

Incluso, tras haber terminado una relación con el cantante y actor Joe Jonas, cayó en una fuerte depresión, aunque aseguró que este padecimiento no fue producto de su quiebre. Con todo, a fines de 2010 comenzó un largo período de rehabilitación por abuso de sustancias ilícitas.

Fue un año más tarde cuando los especialistas le diagnosticaron la bipolaridad y, con eso, Lovato ya se cansó de que la califiquen de acuerdo a su aflicción. “Es algo que tengo, no es algo que soy”, dijo a iHeartRadio, según consignó el diario español El País.

De hecho, no ha escondido el trastorno, por lo que incluso ha participado activamente en organizaciones que buscan concienciar sobre el tema y, finalmente, encontrar la aceptación y el entendimiento.

Mientras apoyaba a la excandidata presidencial de Estados Unidos, Hillary Clinton, ante miles de personas aseguró que “como millones de estadounidenses, estoy viviendo con enfermedades mentales. Pero tengo suerte. Tenía los recursos y el apoyo para recibir tratamiento en una de las mejores instalaciones”.

“Desafortunadamente, demasiados estadounidenses de todas las clases sociales no reciben ayuda, ya sea porque teman el estigma o no puedan pagar el tratamiento”, finalizó.

Lovato vivió demasiado ‘deprisa’ sus inicios en la industria musical, por lo que comenzó en las drogas desde muy joven. De todas formas, aseguró al medio que ha salido adelante gracias a su familia y sus amigos.

“Rara vez publico fotos mostrando mi vientre porque soy muy insegura, pero he estado trabajando muy duro y viendo el progreso, pensé en publicar lo bien que me siento con los resultados”, escribió.

Con todo, la actriz está consciente de que se trata de un proceso muy lento en el que, incluso, no es extraño que hayan recaídas.

En nuestro país no estamos tan ajenos a la situación de esta celebridad, pues un estudio de la Universidad de Chile estimó que el 5% de la población nacional padece de algún tipo de trastorno de bipolaridad, por lo que se encuentra incluso en el listado de tratamientos de las Garantías Explícitas en Salud -más conocido como Auge-.