No han sido buenos los últimos meses para la tradicional y emblemática compañía estadounidense Gibson Guitar Corporation, la responsable de poner al modelo Les Paul como una de las guitarras más reconocidas y copiadas a lo largo del mundo.

Una serie de malas decisiones en las últimas décadas, han hecho que su reputación y calidad se vea afectada, y han generado una enorme deuda que supera los 500 millones de dólares por parte de la compañía, que ya hace unos meses se vio obligada a poner en venta su conocida fábrica de Memphis, la cual permaneció activa por los últimos 18 años.

Ahora, Gibson sufre un nuevo golpe por parte de un antiguo socio, tras recibir una millonaria demanda de la compañía alemana Tronical, quienes tienen la patente de los “afinadores automáticos” de guitarras o Min-ETune, mismo producto que originalmente se incluía en los modelos modernos de Gibson, y que ahora ahora la compañía estadounidense sigue comercializando bajo el nombre de “G-Force”.

Si bien el recurso inicial fue interpuesto en diciembre de 2017 en la corte de Hamburgo, durante la mañana de este martes Chris Adams, CEO de Tronical y creador del sistema en disputa, informó que aumentó su demanda a 50 millones de dólares.

Según declaró Adams a Music Radar, “Tronical reclama los derechos de licencia por 23 millones de dólares, por la participación en los beneficios acordados en el contrato, y otros 27 millones de dólares por el incumplimiento de contrato”.

Cabe recordar que este sistema en disputa fue desarrollado por Adams en 2005 e introducido en 2007 bajo el nombre de Powertune en el modelo Robot Guitar de Gibson, y fue evolucionando hasta convertirse en el Min-ETune, el cual conservó el nombre hasta 2015, cuando pasó a llamarse G-Force y se incluyó en gran parte de las nuevas guitarras de Gibson.