Parece el sueño de todo adolescente. Es más, parece el sueño de una persona de cualquier edad: ponerte frente a la cámara, hablar sobre ti, sobre tu vida o tus amigos, ser famoso y -como broche de oro- ganar mucho, mucho dinero.

Durante los últimos años, el fenómeno de los youtubers -productores de videos personales que alimentan esta plataforma de Google con sus aventuras, en busca de fama y fortuna- se ha visto multiplicado exponencialmente. Aunque la empresa suele ser elusiva en torno a cifras, asegura que para 2014 ya tenía más de 3 millones de “asociados” (partners) que ponían su talento frente a las cámaras.

(O mejor dicho, “la” cámara, ya que la mayoría realiza producciones de bajo costo).

Para entusiasmarlos a participar, desde 2012 Google facilitó al máximo la obtención de ganancias. ¿Quieres ganarte la vida como youtuber? Pues tarda unos minutos en crear un canal, sube tus videos, y haz clic en la casilla que autoriza a la empresa a vender anuncios sobre ellos.

Luego, sólo siéntate a esperar tu cheque de 6 ceros en él.

(Sí, eso es un millón).

Jeez… ojalá fuera tan fácil.

La fama en YouTube: de un húmedo cuarto rentado a una mansión en la soleada California

Como en todo mito, existen seres legendarios. Uno de ellos es Jenna Marbles, una adorable rubia (o del color de cabello que le seduzca más cada semana) de 30 años, cuyos 16 millones de suscriptores en YouTube le aportan más de 2 mil millones de vistas a los videos que sube diariamente. Aunque ella sólo admite que “gana más dinero del que necesita para vivir”, la red de venta de anuncios de Adobe, TubeMogul, reveló que Marbles -cuyo verdadero nombre es Jenna Mourey- ganó 346.827 dólares en 2012.

Eso es 28.902 dólares al mes, o casi 20 millones de pesos chilenos mensuales.

Jenna Marbles | Events.ulsu.ca
Jenna Marbles | Events.ulsu.ca

Pero la vida de Jenna no siempre fue glamorosa. Según contó al New York Times, para el invierno de 2010 compartía un departamento junto a otras 2 personas en Massachusetts, y se las ingeniaba para pagar la renta realizando una serie de trabajos que iban desde barista a bailarina de discoteca, pasando por bloguera y empleada en un solarium. Triste, pero su recién obtenida maestría en psicología deportiva no le había servido de nada, laboralmente hablando.

“Mi vida era un verdadero, real y completo desastre”, confesó al matutino.

Una tarde, presa del aburrimiento, decidió maquillarse frente a la cámara y realizar un video que titularía “Cómo engañar a la gente para que crean que eres hermosa”. Con una mezcla de sarcasmo y habilidad, Marbles fue pasando en un par de minutos desde un rostro pálido y deslavado, a uno que la delineaba como una ídola sexual.

La reacción en YouTube la dejó tan abrumada que tuvo que llamar a su madre: en sólo una semana lo habían visto 5 millones de personas. En la actualidad, ya acumula más de 65 millones de visitas.

Tres años después, la joven arrendaba una espaciosa casa en el exclusivo barrio de Santa Mónica en California, convertida en una celebridad con más fans en Facebook que la actriz Jennifer Lawrence, más seguidores en Twitter que Fox News, y más adeptos en Instagram que Oprah. Huelga decir que le sobran invitaciones a protagonizar comerciales, asistir a convenciones y shows de televisión.

Un caso parecido es el de la rusa Olga Kay. Nacida hace 33 años como Olga Sergejevna Karavajeva en la entonces Unión Soviética, su familia cayó en tal pobreza que debió unirse como malabarista al circo The Ringling Brothers para irse a vivir a Estados Unidos. Una vez allá descubrió el poder de YouTube, sobre todo con los videos de belleza y comedia, con ingresos que oscilan entre los 100 mil y 130 mil dólares al año (casi 6 millones de pesos chilenos al mes).

Olga Kay | Gage Skidmore
Olga Kay | Gage Skidmore

La dura realidad: ¿y entonces… cuando me hago millonario?

Pero cual esquema piramidal, estos son los pocos casos al tope de la estructura. Para la vasta mayoría de productores de video buscando ganarse la vida en YouTube, las cosas pueden ser un poco más difíciles.

En su libro “Mamá, ¡quiero ser youtuber!”, los españoles Cristina Bonaga y Héctor Turiel -amigos y asesores del exitoso youtuber hispano conocido como elrubius (Rubén Doblas Gundersen)- revelan que la tabla de ganancias de avisos de Google puede ser bastante engañosa. Tanto, que nadie puede saber con certeza cuánto dinero recibirá mes a mes por concepto de anuncios.

El asunto es así: YouTube paga a sus productores por cada 1.000 vistas de un video, lo que se denomina CPM (Costo por Mil). El problema es que la tarifa pagada por CPM puede variar dependiendo de diversos factores, siendo los principales el país de tus fans y el tipo de contenido que publicas.

Por ejemplo, un estadounidense es el que tiene más posibilidades de ganar dinero, pues recibe 1.50 dólares por cada mil visitas de sus compatriotas (poco más de 1.000 pesos chilenos). Si eres europeo, en este caso, español, el asunto baja bastante pues sólo te pagarán 20 centavos de dólar por el mismo CPM (135 pesos chilenos). Y si eres chino pues… mejor dedícate a otra cosa ya que apenas te darán 2.5 centavos por cada mil visitas (algo así como 15 pesos chilenos).

¡Pero esperen! Las cosas se ponen peor. Como YouTube también debe pagarle la universidad a sus hijos, se quedará con un 45% de tus ingresos sobre las ganancias anteriores. Lo mismo harán las cadenas de anuncios como TubeMogul que te conectan con anunciantes, cuya tajada suele rondar el 30% de nuestros ingresos.

Esto deja en el bolsillo a nuestros pobres youtubers con apenas un 25% de lo que ganaron, es decir:

Al estadounidense: 37.5 centavos por cada mil visitas (250 pesos chilenos).
Al europeo: 5 centavos (35 pesos chilenos).
Al chino: 0,625 centavos (no más de 5 pesos chilenos).

Tal como presentan Bonaga y Turiel, si imaginamos que cada uno de estos aspirantes a celebridad digital tienen un séquito moderado que les provee unas 5 millones de visitas a sus videos cada mes, entonces el cheque que recibirían de Google sería de:

Al estadounidense: 1.346.908 de pesos chilenos.
Al europeo: 179.587 pesos chilenos.
Al chino: 22.448 pesos chilenos.

(Sí, pobre chino).

Y aún hay más (yup, esto ya es sadismo puro). Aún personalidades de éxito como Jenna Marbles u Olga Kay, lamentan que el negocio de ser youtuber se está haciendo cada vez más difícil no sólo porque cada día hay más competencia y cuesta más captar la atención de los usuarios, sino porque las marcas están reduciendo cada vez más el pago por sus anuncios.

La crisis llegó a tal punto que incluso Jason Calacanis, un emprendedor que había recibido 1 millón de dólares de YouTube para incentivar el crecimiento de su canal de videos de cocina y estilo de vida, decidió rebelarse y abandonar la plataforma en 2014, no sin antes dejar un claro mensaje a quienes quisieran seguir sus pasos:

“Éramos fanáticos acérrimos de YouTube, pero ya no vamos a crear más contenidos para ellos simplemente porque no es sustentable en el tiempo. YouTube es un excelente lugar para construir una marca, pero un pésimo lugar para montar un negocio”, indicó al New York Times.

Antes de caer en depresión, también debes considerar el contenido. No es lo mismo producir videos sobre videojuegos -de los que YouTube está saturado y, por lo tanto, los anunciantes están dispuestos a pagar mucho menos- que sobre tutoriales de belleza para mujeres -que son bastante lucrativos para los anunciantes y, por ende, cotizados.

Entre menos común el tema, más ofertarán por video los anunciantes (siempre y cuando existan interesados, claro).

Hasta hace unos años, el tema que más pagaba dentro de las subastas de anuncios de Google era… el asfalto.

“There’s a great future in plastics. Think about it. Will you think about it, Benjamin?” Yeah…

¿Y qué ocurre en Chile?

Chile parece ser un lugar fructífero en youtubers exitosos. Indiscutiblemente con SoyGerman (Germán Garmendia) y sus más de 30 millones de suscriptores a la cabeza, quien ya ha editado libros, ha viajado a reunirse con estrellas como Jack Black o ha prestado su voz para películas como la última entrega de la Era del Hielo (sin muy buenas críticas para ser honestos), nuestro país parece especialmente proclive a invadir Hispanoamérica con contenidos.

Pero nuevamente, tampoco es tan fácil.

ElUniversal.com.mx
ElUniversal.com.mx

¿Recuerdan que les mencionábamos que los ingresos pagados por Google también dependen del país del que provengan los visitantes? Pues bien, muchas nacionalidades simplemente NO pagan visitas. No porque ellos no quieran, sino porque la gigante informática decidió no monetizarlos. Así, sin importar cuántos fans tengas de Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras o Nicaragua, a YouTube le vale madre: no te paga.

En conversación con BioBioChile, la periodista y youtuber chilena Margarita Huenuil, más conocida en el ámbito como Laruchan, cuenta lo escuetas que pueden ser las cifras de YouTube cuando no eres una súper-hiper-mega estrella. De hecho, teniendo como punta de lanza su video “Draw my life“, que ha amasado casi 300 mil visitas, sus ingresos nunca han superado los 25 dólares al mes (17 mil pesos chilenos).

twitter.com/laruchang
twitter.com/laruchang

Margarita tiene muy claro algo que también han ido descubriendo los youtubers de otros países y que, en un arranque de sinceridad, la propia Google admitió: es muy difícil, por no decir imposible, ganarse la vida sólo en YouTube. El negocio está en alcanzar fama a través de este medio y luego monetizar mediante productos, auspicios directos, eventos y otros.

“La plata no se hace en YouTube. Nadie vive de YouTube. Se puede vivir de la exposición que te da YouTube, lo que genera que marcas te busquen y te paguen por auspicios, campañas, ir a ciertos eventos, para ser su embajador, etcétera. Pero sólo de YouTube yo creo que nadie vive, al menos acá en Chile”, cuenta Laruchan.

Robert Kyncl, actual jefe de negocios de YouTube y exvicepresidente de adquisiciones en Netflix, está de acuerdo. Y no lo oculta.

“Sí, los ingresos por vista (de videos) están cayendo y probablemente seguirán cayendo más en el futuro debido al gran crecimiento que estamos teniendo en mercados como Brasil y Rusia, donde nos seguimos expandiendo. Pero si tú tuvieras que tomar la opción, ¿detendrías ese crecimiento o lo dejarías ampliarse”, sentencia.

Pero no pierdas la esperanza. Internet es la tierra de la creatividad. Una cámara y tu talento pueden construirte una carrera, tanto dentro como fuera del computador. No es recoger el dinero con baldes como nos lo habían pintado, pero si te mueves con habilidad, puede haber una oportunidad para ti.

Sólo tienes que seguir grabando…