David Reitze, director ejecutivo del Observatorio de Ondas Gravitatorias por Interferometría Láser (LIGO), -en sus siglas en inglés-, visitó la Universidad de Concepción para ofrecer una interesante charla pública sobre el evento científico más importante del último tiempo.

Fue en febrero de 2016 cuando un equipo de científicos anunció haber detectado en forma directa las ondas gravitacionales, curvaturas del espacio-tiempo que fueron previstas por Albert Einstein hace un siglo y que abrió una nueva ventana al universo y sus misterios.

Precisamente, gracias al trabajo de LIGO fue que este histórico hecho se hizo posible, razón por la que incluso fueron reconocidos con el Premio Nobel de Física 2017. BioBioChile aprovechó esta oportunidad para conversar con Reitze, quien de muy buen ánimo accedió a hablar del tema.

David Reitze en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción
David Reitze en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción

El científico explicó que la detección de las ondas gravitacionales permitirá responder preguntas sobre el origen del universo. “Para mi, creo que lo más importante es que ahora tenemos una nueva herramienta para estudiar el universo, así como los telescopios lo fueron hace 400 años”, sostuvo.

No obstante, Reitze remarcó que también está lo práctico, ya que mucha de la tecnología que LIGO desarrolló es inédita, como sus lásers y espejos.

“Estas tecnologías tendrán un impacto en otras aplicaciones. De hecho, aquí me enteré que algunas de las técnicas que utilizamos ahora están siendo empleadas en observatorios astronómicos. El conocimiento que desarrollamos para detectar las ondas gravitacionales está sirviendo como fuente para que otros puedan utilizarlo”, explicó.

“Tardé 10 minutos en convencerme”

Es debido a la relevancia de su trabajo que Reitze incluso recuerda el momento exacto en que se enteró del gran logro de su equipo.

“Era un día lunes en la mañana, había ido a dejar a mi hija al colegio e hice lo que siempre hago cuando voy al trabajo: me tomo un café y reviso mi correo. Fue ahí cuando vi un mensaje del subdirector de LIGO, Albert Lazzarini, quien me había escrito ‘Tienes que ver esto’, adjuntando un gráfico de lo que solamente podía ser una onda gravitacional”, reveló.

“Tardé 10 minutos en convencerme de que habíamos detectado una onda gravitacional. Hubo mucho trabajo que hacer para comprobar efectivamente que habíamos logrado eso, pero era muy claro que así era. Así que sí, fue un buen día”, agregó.

Y es que haber comprobado una teoría que Einstein adelantó hace 100 años es algo que pocos pueden contar. “Cuando se descubrió la primera onda gravitacional, aproximadamente hace dos años, estaba asombrado, sorprendido y aliviado (risas), por el hecho de que después de 20 años el proyecto diera resultados. Es extraordinario trabajar en algo que sabes que cambiará el mundo científico. Y soy un afortunado de trabajar con un grupo tan grande de científicos e ingenieros tan talentosos y dedicados. Para mi es un sueño hecho realidad”, destacó.

Dificultades en el camino

Durante estas dos décadas de trabajo fueron varias las dificultades que LIGO debió enfrentar, partiendo por el enorme reto tecnológico que significaba.

“Es un reto increíble, desde toda perspectiva. Te obliga a usar los mejores lásers, los espejos más precisos jamás hechos, los sistemas de control deben ser los más sofisticados. Es un gran reto tecnológico”, aseveró.

“Pero hay otras dificultades. La primera vez que haces algo como esto, simplemente no sabes cómo se hace, así que lo vas intentando a medida que avanzas. Y a menudo te vas equivocando, por lo que en un proyecto de esta envergadura, es difícil manejar los errores. Estás tratando de fabricar algo que nunca antes se había hecho”, complementó.

A esto, dijo Reitze, hay que sumar un detalle que muchos pasan por alto: las diferencias entre el mismo equipo. “Hay involucrados científicos con personalidades sumamente complejas. por lo que en muchas ocasiones ocurre que no estás de acuerdo con el resto, y debes encontrar la forma de llegar a un consenso para hacer algo”, reconoció.

“Pero al final, todos queríamos lograr la detección, por lo que dejamos de lado nuestras diferencias e hicimos que resultara”, reflexionó.

Representación de dos agujeros negros | LIGO
Representación de dos agujeros negros | LIGO

Después de la detección de las ondas gravitacionales, Reitze mencionó que representaba “el primer paso para descubrir eventos astronómicos que ni siquiera dimensionamos”.

Respecto a esto, el destacado físico comentó que la detección de las ondas gravitacionales permitirá observar objetos de una forma que ningún telescopio podía, “lo que nos abre todo un abanico de posibilidades para estudiar algunos de los eventos más violentos en el universo”.

“En la primera detección de ondas gravitacionales pudimos ver la colisión de estos dos agujeros negros, moviéndose a una velocidad cercana a la velocidad de la luz. Pero hasta ese momento, nadie había podido detectar eso, porque no emiten luz. Como lo dice su nombre, son agujeros negros”, remarcó.

Archivo | Agence France-Presse
Archivo | Agence France-Presse

“Así que por los próximos 10 o 20 años, LIGO ya tiene una vía de estudiar este tipo de eventos. Nuestra detección más reciente la tuvimos en el mes pasado, con la colisión de dos estrellas de neutrones, lo que es algo extraordinario”, añadió.

En ese sentido, Reitze afirmó que lo más interesante, para él, son aquellas cosas de las cuales aún no sabemos. “Tenemos una nueva manera de ver el universo, así que no me sorprendería si en 10 años vemos algo que nadie podría haber predicho”, señaló.

“Déjame contarte mi sueño personal: sabemos que la relatividad general es una teoría de gravedad, planteada por Einstein hace 100 años, es correcta. Pero en algún punto tiene que equivocarse, porque no podemos unirla con lo que llamamos la mecánica cuántica. Estas son las teorías fundamentales que sostienen toda la física y no pueden hacerlas funcionar juntas, hay un problema a nivel teórico”, ahondó.

“¿Cómo se podrá descubrir una mejor teoría? Bueno, tal vez las ondas grativacionales van a ser una forma de mirar hacia un nuevo universo donde se verá que la relatividad general no está funcionando bien y podremos decir que Einstein estaba en lo correcto sólo hasta cierto punto. Eso sería muy grandioso, muy genial”, argumentó.

Reitze afirmó que la idea de LIGO para el futuro cercano es hacer que sus instrumentos sean aún mejores. “Los que tenemos funcionan, pero no como deberían”, admitió. “Probablemente para el 2020 o 2021 estarán funcionando mucho mejor”, destacó.

Para el largo plazo, reveló que buscarán crear nuevos instrumentos, misión en la que podrían tardar 20 años. “Serán nuevos y mucho más grandes”, sentenció.