El año 2016 ha sido el más caluroso desde que existen registros, con una temperatura de 1,1 grados por encima del promedio de la era preindustrial, anunció este miércoles en Ginebra la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El año “2016 fue un año extremo para el clima mundial y aparece como el más caluroso jamás registrado”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM, quien recordó que ya en 2014 y 2015 se habían registrado récords en los indicadores de calentamiento global.

“Pero las temperaturas no cuentan sino una parte de la historia (…) Los indicadores del cambio climático a largo plazo causado por la actividad humana alcanzaron un nuevo tope en 2016″, dijo, al citar las concentraciones en la atmósfera de dióxido de carbono y metano.

“También hemos registrado nuevos récords de reducción de los casquetes polares” agregó Taalas, quien subrayó que en el Ártico las temperaturas suben el doble de rápido que en el resto del mundo.

Inesperada consecuencia del calentamiento global

Un informe presentado en septiembre pasado indicó que el calentamiento global está provocando que los océanos se encuentren más afectados que nunca, con la propagación de enfermedades entre los animales y seres humanos y amenazando la seguridad alimentaria del planeta.

Los hallazgos, basados en las investigaciones de expertos, fueron recopilados entre 80 científicos de 12 países, dijeron expertos en el Congreso Mundial de la Naturaleza convocado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) en Hawái.

“Todo sabemos que los océanos sostienen el planeta. Todos sabemos que los océanos proveen cada segundo de aire que respiramos”, señaló en aquella oportunidad el director general de la IUCN, Inger Andersen. “Sin embargo estamos enfermando a los océanos”, agregó.

Las aguas del mundo han absorbido el 93 por ciento del calor generado por el cambio climático desde 1970, frenando el calor que se sentía en la tierra pero alterando dramáticamente el ritmo de vida en el océano, agregó el científico.