Estados Unidos y Rusia acordaron el jueves tratar de influir para que el régimen sirio y los rebeldes aceleren las negociaciones y tengan conversaciones directas para una transición política destinada a terminar con la guerra civil, tras un mes de cese del fuego.

Luego de cuatro horas de conversaciones en El Kremlin entre el secretario de Estado estadounidense John Kerry y el presidente Vladimir Putin, apoyado por su canciller Sergei Lavrov, rusos y estadounidenses se comprometieron a hacer todo lo necesario para aprovechar el cese de las hostilidades en curso para avanzar en la solución política del conflicto.

En la conferencia de prensa conjunta Kerry no indicó si habló con Putin sobre el destino de Bashar al Asad, en torno al cual se oponen Rusia y Estados Unidos, pero aseguró que ambos países están de acuerdo en que el presidente sirio “debe hacer lo necesario” e implicarse en el proceso de paz.

Ambos países ayudarán a obtener “negociaciones directas” entre el régimen sirio y la oposición, que realizaron en Ginebra una ronda infructuosa de negociaciones indirectas, declaró por su parte el jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov.

“En materia de tareas prioritarias, nos pusimos de acuerdo para obtener lo más rápido posible el inicio de negociaciones directas entre la delegación gubernamental y todo el espectro político de la oposición”, declaró Lavrov.

Asimismo, Estados Unidos y Rusia esperan que surja un proyecto de nueva Constitución para Siria antes de agosto, añadió Kerry.

“Estamos de acuerdo en que es necesario un calendario y un proyecto de Constitución antes de agosto”, declaró Kerry en la conferencia de prensa conjunta con su homólogo ruso.

Al cerrar las conversaciones de Ginebra el jueves el enviado especial de la ONU Staffan de Mistura dijo que las negociaciones de paz sobre Siria deberían reiniciarse el 9 de abril.

“El objetivo es empezar el 9 de abril” declaró de Mistura a los periodistas. 

La delegación gubernamental siria había pedido volver a Suiza después de las elecciones parlamentarias que el régimen organiza el 13 de abril. 

Preguntado sobre esa petición, de Mistura dijo: “las únicas elecciones sobre las que estoy autorizado a comentar… son las elecciones que deben ser supervisadas por Naciones Unidas”, lo que significa comicios realizados después de que se logre el acuerdo de paz.

Antes de salir de Ginebra, el jefe negociador del gobierno sirio Bashar al-Jaafari afirmó por su parte que dijo a De Mistura que su delegación no estará disponible para conversaciones hasta después de que se lleven a cabo las elecciones en Siria. 

De Mistura dejó claro que las Naciones Unidas no tomará en cuenta ningún comicio organizado por el gobierno del presidente Bashar al-Assad.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió una resolución en diciembre pasado que abría el camino para las conversaciones de Ginebra y llamó a realizar elecciones en Siria 18 meses después de que se instale un gobierno de transición en ese país.

Al finalizar la ronda de conversaciones indirectas en Ginebra, De Mistura presentó un documento con “12 puntos de convergencia” entre los dos campos, entre los cuales la soberanía de Siria, la no intervención extranjera o el rechazo a la confesionalidad, informó una fuente cercana a la delegación del régimen.

La ronda de negociaciones que acaba de concluir se inició el 14 de marzo.