Como una farmacia que persigue un interés más electoral que real, calificó el alcalde PC de Recoleta, Daniel Jadue, la iniciativa que lleva adelante el municipio viñamarino, replicando la medida adoptada por su municipalidad bajo el concepto de farmacia popular.

A juicio del jefe comunal el proyecto de la ciudad jardín corresponde a una farmacia con letra chica que se enmarca dentro de la política de la derecha de despreciar las necesidades de la clase media, con quienes se han llenado la boca por tanto tiempo, dijo.

El conjunto de los medicamentos que entrega es muy pequeño, señaló Jadue. Además, sostuvo que el municipio viñamarino debería tener vergüenza de mantener una deuda con Cenabast y pretender nutrirse de ella, por lo que hizo un llamado a que la gente no acepte este tipo de farmacias populares.

Quien se unió a las críticas fue el concejal PC, Víctor Andaur, quien aseguró que no se le informó al concejo sobre la iniciativa, lo que levanta dudas sobre su fin.

Carola González, abogado jefe de la Corporación Municipal de Viña del Mar, por su parte, precisó que la farmacia se encuentra en un período de marcha blanca y que se gestó pensada para la población de menos recursos.

Respecto de los medicamentos, indicó que se está ampliando el stock, pero se han encontrado con que los laboratorios han subido los precios.

La farmacia, agregó González, ofrece el servicio a 241 mil usuarios de Fonasa inscritos en consultorios, lo que se extenderá a beneficiarios de Isapre y Capredena, con 200 nuevas solicitudes.

El presidente regional de la Confusam, Fernando Kursan, finalmente llamó a que la Asociación de Municipalidades, acordara una gran compra de medicamentos para atacar el gran negocio que hacen los laboratorios de coludirse, dijo, para hacer fracasar el sistema de farmacias populares.