Cerca de 30 personas murieron en enfrentamientos en la madrugada de este domingo entre el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y rebeldes en la provincia siria de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Entre tanto, el descontento crecía en Lataquia, bastión de los alauitas -la comunidad a la que pertenece el presidente sirio, Bashar al Asad-, donde un millar de personas se manifestaron el sábado para reclamar que el primo del dirigente sea llevado ante la justicia, según la misma fuente.

Los yihadistas del EI intentaron hasta el amanecer conquistar cuatro ciudades en el norte de la provincia de Alepo controladas por rebeldes islamistas. Durante los combates, el EI perpetró dos ataques suicidas con coche-bomba y con un cinturón de explosivos.

Los combates dejaron diez muertos ente las filas del EI y 18 entre sus adversarios. Según el OSDH, el EI quiere cortar la carretera de abastecimiento de los rebeldes entre Azaz -en la frontera turca-, y Alepo.

En la ciudad de Lataquia (oeste), los alauitas decidieron manifestarse hasta que Suleiman al Asad, un primo más joven del jefe de Estado, sea encarcelado por haber matado el jueves a un coronel del Ejército del aire, Hasan al Sheij.

Un millar de personas se manifestaron el sábado con fotografías de Hasan al Sheij y gritando consignas a favor del ejército.

Por otra parte, once personas murieron, tres de ellas niños, y 46 resultaron heridas por el lanzamiento de cohetes por los rebeldes contra Damasco, el sábado, de acuerdo con el último balance publicado por la agencia oficial Sana.

El conflicto en Siria ha dejado, en cuatro años de guerra, más de 240.000 muertos, 12.000 de ellos niños, según cifras del OSDH. Además, la mitad de la población del país se ha visto obligada a huir.

El conflicto se inició en marzo de 2011 por la sangrienta represión de las manifestaciones pacíficas antigubernamentales, lo que posteriormente degeneró en una brutal guerra civil en la que se enfrentan el régimen, los rebeldes, los kurdos y los yihadistas.