Una huelga de hambre seca protagonizan dirigentes de las familias damnificadas por el incendio de abril del 2014 en Valparaíso, quienes denuncian falta de soluciones definitivas por parte de las autoridades. Mientras que el intendente regional de Valparaíso, Ricardo Bravo, señaló que las movilizaciones no tienen asidero, ya que existe una solución a esta problemática.

Cinco dirigentes vecinales de los cerros afectados por el incendio de abril del 2014, comenzaron una huelga de hambre seca este martes, radicalizando su manifestación en denuncia por promesas incumplidas en materia de viviendas definitivas.

Recordemos que durante el lunes se apostaron con carpas en las afueras de la Intendencia Regional, desde donde fueron retirados.

Lorena Monroy, dirigenta vecinal, insistió en que casi dos mil familias -a más de un año del siniestro- no cuentan con una solución habitacional.

Por su parte, el intendente Ricardo Bravo denunció una utilización política por parte de las autoridades regionales que se plegaron al llamado realizado por “autodenominados” dirigentes sociales. Y agregó que la manifestación realizada por los damnificados tiene poco asidero al haber ya una solución planteada a la problemática.

La autoridad calificó como inaceptable el que se haya utilizado un espacio público para realizar una manifestación que representa una reivindicación particular, refiriéndose a la realizada por los damnificados a las afueras de la Intendencia Regional.

“Que no sólo demanden una solución, sino que se constituyan como parte de una solución”, fue el llamado realizado por la autoridad regional a los dirigentes de los damnificados, asegurando que la problemática planteada por los damnificados ya ha sido atendida.

Bravo hizo un llamado a las autoridades que apoyaron las acciones y moviliziaciones realizadas a reflexionar respecto al hecho de utilizar políticamente una demanda que, si bien es legítima, ya tiene una solución.