La ministra de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Paulina Saball, junto a autoridades de la Región Metropolitana lanzaron oficialmente los manuales de diseño y construcción de ciclovías, lo que servirá como base para la construcción de 190 kilómetros de vías para ciclistas en todo el país.

La ministra explicó que una de las metas del Gobierno “tiene que ver con ciudades más inclusivas, que realmente acojan no solamente a la diversidad de personas y habitantes, sino que también a los distintos modos de transporte”.

Si bien los manuales contienen recomendaciones y no constituyen normas, se espera que su uso se generalice para contar con infraestructura vial de ciclovías más homogénea, respetando la diversidad de situaciones geográficas y climáticas existentes a lo largo de Chile, las cuales requerirán que sus recomendaciones se adapten a las realidades locales en distintos lugares del país.

Por su parte, el Subsecretario de Transportes, Cristián Bowen, felicitó la iniciativa y sostuvo que “estamos haciendo un fuerte trabajo para poder entender que tenemos que comportarnos mejor, entender por dónde circular, que no podemos seguir discutiendo entre ciclistas, peatones y automovilistas, sino todo lo contrario, empezar a entender que compartimos el espacio vial”.

En tanto, el Intendente Regional, Claudio Orrego, sostuvo que “esto demuestra la importancia de la coordinación entre ministerios, los municipios, intendencia y la participación de los usuarios. Aquí se ha utilizado el saber y la sabiduría de quienes ocupan la bicicleta y las calles de Santiago todos los días”.

El manual de Diseño de Ciclovías del Minvu propone 7 puntos:

1. Ciclovías más anchas, deseables de 2,4 metros para bidireccionales y 1,8 para unidireccionales; más cómodas (con curvas suaves y pendientes adecuadas); con separaciones de los autos visibles y seguras en caso de caídas.

2. Ciclovías emplazadas en la calzada y preferentemente unidireccionales, por el lado derecho del sentido del tránsito, porque es el esquema que presenta menos conflictos de operación.

3. Intersecciones a nivel de calzada y operando con las mismas normas de tránsito que los otros vehículos, porque así los movimientos del ciclista son más visibles y predecibles; con definiciones claras para resolver cómo girar, y entrar o salir de las ciclovías.

4. Demarcaciones de color azul en los cruces, para hacer más visible para los vehículos los lugares por donde cruzan ciclistas, ya que las esquinas son las zonas en las que se producen más accidentes.

5. Iluminación pareja, para evitar encandilamientos y uso de luz blanca que ayuda a una mejor reproducción de los colores, da mayor sensación de seguridad y mejora el entorno urbano.

6. Ciclovías con contadores de bicicletas, para monitorear la red y acomodar la oferta de infraestructura si los patrones de viaje aumentan o decrecen. Además, permiten tener información fidedigna de los viajes en bicicleta, lo cual hoy es difícil de obtener.

7. Ciclovías con biciestacionamientos tipo U invertida, los más cómodos y seguros para los ciclistas, para uso de candados, no de cadenas ni cables. La segunda razón más común para no usar la bicicleta es la falta de estacionamientos donde estacionarla.