El hermano de Walter Scott, un hombre negro desarmado abatido por un policía blanco en North Charleston, Carolina del Sur, pidió este jueves que la Policía rinda cuentas y espera que este drama provoque cambios.

“Los policías deben rendir cuentas y pensar dos veces antes de usar sus armas y abatir gente”, dijo a la AFP Anthony Scott, hermano de la víctima.

En un video filmado por un testigo, se ve cómo el policía, Michael Slager, de 33 años, dispara por la espalda a Walter Scott, de 50 años, que intenta huir a pie. De los ocho disparos realizados por el agente, cinco lo alcanzaron.

Michael Slager fue arrestado y acusado el martes de asesinato, antes de ser expulsado de las fuerzas del orden.

“Deben pensar antes de tomar la vida de alguien de una manera estúpida, de matar a una persona”, declaró Scott, para añadir que “no queremos que (Walter) sea simplemente una víctima más. Se debe hacer algo”.

El agente detuvo a Walter Scott para efectuar un simple control vial, de acuerdo a la policía. Ambos tuvieron luego un altercado, según relató el miércoles el testigo que filmó la escena.

Keith Summey, alcalde de North Charleston -donde los negros son población mayoritaria y la policía es mayormente blanca-, prometió el miércoles que la policía de esta ciudad se dotará de cámaras portátiles para cada agente con el fin de facilitar las investigaciones.

Este asesinato podría reavivar las tensiones raciales en Estados Unidos, de por si ya tensas por recientes casos de hombres negros abatidos o brutalizados por policías blancos, como en el caso ocurrido el 9 de agosto pasado en Ferguson, Misuri.

En la mayoría de los casos, los policías implicados ni siquiera fueron procesados, como ocurrió en Ferguson, un suburbio de St. Louis de mayoría negra, tras la muerte de Michael Brown, el joven negro de 18 años abatido por el policía blanco Darren Wilson en un confuso incidente.

Wilson fue exonerado de culpas por la justicia y ello desató una ola de indignación nacional, diversas manifestaciones y abrió un intenso debate acerca de la actitud de la policía con las minorías raciales en Estados Unidos.

Gatillo fácil y recaudación de fondos

Según Randolph McLaughlin, profesor de derecho en la Universidad Pace de Nueva York, “hoy en día, la policía y los bomberos desenfundan más” sus armas.

Pero cuando hay prejuicio racial, además de una formación inadecuada, el resultado es aún más alarmante, subrayó.

La prensa local informó el jueves que el agente Michael Slager fue objeto de una queja en 2013 por el mal uso de su arma paralizante, pero no fue procesado.

“Estamos viendo síntomas de un sistema policial que no rinde cuentas a la comunidad a la que se supone que debe servir y proteger”, denunció a su vez el movimiento Las Vidas Negras Importan (Black Lives Matter CHS) en un comunicado.

El hecho de que Slager haya sido inculpado es “la excepción y no la regla”, opinó la representante en Charleston del movimiento local de derechos civiles NAACP, Dot Scott, para la que la existencia del video es crucial para ese resultado.

Por otra parte, un grupo de gente que apoya al policía detenido levantó una colecta de fondos en internet, explicando que el hombre tiene dos hijastros y su pareja está embarazada. Hasta el jueves por la tarde, habían recolectado 541 dólares de 22 donadores.

“Aunque (Slager) quizás haya cometido un error de juicio, estaba protegiendo a la comunidad (…). Por favor, ayuden como puedan. Estuvo cinco años en el departamento (de policía de North Charleston) sin ser castigado”, argumentan.

Tarea compleja

Un abogado de la familia del difunto pidió que todos los agentes de North Charleston sean equipados con cámaras: “esto es para la protección de la policía y de los ciudadanos, porque ahora un oficial de policía puede decir ‘miren mi cámara, no he hecho nada malo’….o un ciudadano podrá decir ‘han mentido miren el video de la cámara’”, explicó Chris Stewart a la AFP.

Los dispositivos, con un costo estimado de 1.000 dólares en comparación con los 5.000 de las cámaras de panel (de patrulla), son aún una innovación en EEUU, pero los expertos predicen que podrían convertirse en equipamiento estándar en tres o cinco años.

Chuck Wexler, director ejecutivo del Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (PERF) un “think tank” de Washington, dijo que la falta de una fuerza nacional complicó el despliegue de cámaras portables.

“Tenemos 18.000 agencias de policía locales en Estados Unidos, la mayoría de ellos son muy pequeñas – de 90 funcionarios o menos”, declaró a la AFP.

Por su parte, la División de aplicación de la ley de Carolina del Sur (Sled), entidad policial a cargo de la investigación, anunció el jueves que sus equipos registraron “inconsistencias” poco después del incidente fatal, lo que generaba “preocupaciones”.

“Pensamos desde el principio que algo malo había ocurrido en este incidente”, dijo Mark Keel, Jefe del Sled en un comunicado, citando las “múltiples heridas de bala en la parte posterior del señor Scott”.