La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, recibió a Guido Montoya Carlotto, el nieto recién recuperado de la líder de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, para “ver de cerca el triunfo del amor”, contó este sábado por la red social Twitter.

El encuentro se produjo la noche del jueves en la residencia oficial de Olivos (periferia norte), luego de que Guido Montoya Carlotto o Ignacio Hurgan, el nombre con el que fue criado, ofreció una rueda de prensa que lo mostró risueño y sin atisbos de dramatismo.

Además de Guido y su pareja, participaron de la reunión Estela Carlotto y sus tres hijos, así como los dos hijos de la presidenta, Máximo y Florencia, y otras decena de personas, detalló Kirchner.

“La verdad parecemos un batallón. Pero ojo, no vamos a la guerra. Queremos ver de cerca el triunfo del amor y la cara que tiene la felicidad”, tuiteó.

El joven de 36 años, que fue robado en la dictadura (1976-1983) y buscado por su familia materna y paterna por más de tres décadas, conoció su verdadera identidad el martes pasado, tras un análisis genético que se hizo al tener dudas sobre su origen.

“Guido tiene mucha frescura y dice que quiere seguir llamándose Ignacio… Estela sentada le dice pero por lo menos agregale Guido”, tuiteó la mandataria, cuyo gobierno, al igual que el de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, impulsó los juicios por crímenes de lesa humanidad en la dictadura.

En una larga serie de tuits, consideró que Guido “tendrá muchas cosas para sumar y no para restar, porque tuvo la suerte de crecer con amor”.

A diferencia de otros bebés robados que fueron apropiados por agentes o cómplices del régimen, Guido fue criado con amor por un matrimonio de campesinos que desconocían su origen.

“Yo pensaba después de todo Estela tuvo suerte. Mirá si a su nieto lo hubieran educado con odio”, reflexionó la jefa de Estado.

La noticia de la restitución del nieto de la líder de la emblemática entidad humanitaria conmovió esta semana a los argentinos.

Guido o Ignacio, cuyos padres fueron asesinados durante el régimen militar, se convirtió en el nieto 114º recuperado sobre un total estimado de 500 niños y niñas que fueron robadas al nacer.

“Parece que Guido fuera nieto de todos”, ilustró Estela Carlotto, al considerar que su aparición viene a “sanear una parte de la sociedad que está golpeada”.

La presidenta posteó fotos del encuentro y del abrazo que se dieron.

“Tuve que hacer un esfuerzo para no ponerme a llorar”, confesó Kirchner.

El padre biológico de Guido o Ignacio, Walsmir Oscar Montoya, era oriundo de Caleta Olivia, una pequeña ciudad de la provincia patagónica de Santa Cruz, cuna del fallecido expresidente Néstor Kirchner.

De su lado, Laura Carlotto, la hija de Estela y madre de Guido, asesinada dos meses después de dar a luz en una maternidad clandestina y que sólo tuvo cinco horas a su bebé, había nacido en La Plata, 60 km al sur de Buenos Aires, igual que la jefa de Estado.