El papa Francisco denunció este domingo la persecución de los cristianos en Irak, donde cientos de personas de la ciudad de Mosul tuvieron que huir tras un ultimátum de un grupo yihadista.

“Nuestros hermanos son perseguidos, son enviados fuera, deben dejar sus casas sin tener la posibilidad de llevarse nada”, dijo Francisco en la plaza de San Pedro tras el tradicional rezo del Ángelus de los domingos.

“Aseguro a estas familias y a estas personas mi cercanía y mi constante oración”, dijo Francisco.

El papa argentino también mencionó los conflictos en Oriente Medio y Ucrania.

“Les exhorto a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diferentes partes del mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania”, y aseguró que “la violencia no se vence con la violencia, la violencia se gana con la paz”.

Los yihadistas del Estado Islámico, que controlan Mosul desde hace varias semanas, lanzaron el sábado un ultimátum a los cristianos de la ciudad para que se conviertan al islam, paguen un impuesto especial o se vayan.