Más que una frase banal de común uso en las rutinas de algunos humoristas, la denominada “picardía del chileno” fue el leit motiv de “Los Hermanos Campos”, oriundos de Longaví y quienes sostuvieron más de 70 años de trayectoria artística.

La sátira elegante, la burla sutil o simplemente una visión ácida de los problemas de la gente es lo que marcó el dúo folclórico creado por Marcial y Eleodoro Campos

El punto de inicio lo marcó Vicente Campos y Verónica Sepúlveda. Con un padre payador y acordeonista y una madre poetisa popular, lo mínimo que podía esperarse era que una gran parte del talento se traspasara a la siguiente generación.

Prueba de ello fueron los tempranos intentos de Eleodoro (nacido el 7 de enero de 1925) por imitar a su padre en el manejo del acordeón de botones, aprendiendo a dominar este instrumento desde temprana edad.

Según relató a BioBioChile Eleodoro Campos Figueroa, hijo del folclorista, el atributo de la autodidaccia musical no fue exclusivo de su padre, ya que también se manifestó en Marcial (nacido el 1 de diciembre de 1928), que se inclinó por la guitarra.

El portal MusicaPopular.cl detalla que si bien “Los Hermanos Campos” comienzan a funcionar como dúo formalmente desde 1940 tras su arribo a Santiago, la historia tiene su origen en 1935. Eleodoro, con 10 años y reconocido por presentarse en restoranes, empezó a compartir escenario con el pequeño Marcial, con lo que su parentesco ya funcionaba como una agrupación consolidada.

Los éxitos se sucedieron posteriormente en prácticamente todos los formatos de audio, registros que se convirtieron en un imprescindible de las ramadas y fondas. La “maldá” y la picardía quedaron patentes en una más que considerable porción de sus obras, como queda demostrado en la letra con la que se inicia “Te miro la cara y me da sed“.

Andai con
Andai con la caña mala
Te miro la cara y me da sed
Chupai como contrata’o
Te miro la cara y me da sed,
Chupai como contrata’o

Esta particular acidez fue atribuida por lo general a Marcial, quien en 2009 falleció a raíz de las consecuencias de un cáncer pancreático.

Eleodoro, en tanto, tras la disolución del dúo y la muerte de su hermano se inclinó por la vida familiar y payar ante grupos mucho más reducidos.

“Supieron ganarse un sitio muy especial en el corazón de los chilenos”, estima el hijo de Eleodoro, quien se mantiene internado desde el 15 de junio en la Unidad de Tratamientos Intensivos del Hospital Base de Linares con un diagnóstico de neumonía y hematoma subdural.

Junto a ello, agregó que para él es un orgullo “escuchar la opinión de la gente al comentar que, para Fiestas¨Patrias, sin las cuecas picarescas de “Los Hermanos Campos” no es dieciocho”.

La familia de Eleodoro Campos Sepúlveda solo espera poder llevarlo pronto de regreso al hogar y en el recinto asistencial han sido visitados, entre otros, por el director de Cultura de la región del Maule.

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