Protestas contra el Mundial-2014 en Belo Horizonte (sureste) y Fortaleza (noreste) dejaron un saldo de al menos 18 detenidos, mientras en Rio de Janeiro la policía dispersó con gas pimienta a hinchas argentinos en el tercer día del torneo.

La protesta en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais donde este sábado se enfrentaron Colombia y Grecia (3-0), se saldó con 15 personas detenidas por portar cócteles molotov, cuchillos, botellas de vinagre (usado como antídoto contra el gas lacrimógeno) y máscaras, informó la radio CBN citando fuentes policiales.

El grupo, de unas 200 personas, quería llegar desde el centro de la ciudad hasta el estadio Mineirão donde se jugaba el partido, pero la policía lo impidió bloqueando fuertemente las vías de acceso al estadio.

No se registraron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden.

También en Belo Horizonte la policía detuvo a seis personas -cinco peruanos y un colombiano- por robos en las cercanías del estadio mundialista, reportó la prensa.

En Fortaleza, capital de Ceará, donde Uruguay fue derrotado 3-1 por Costa Rica, un centenar de manifestantes se aproximó al estadio Castelão, en una protesta que terminó sin enfrentamientos con la policía pero con tres detenidos, según el portal de noticias G1.

La policía de ambas ciudades no respondió los llamados y correos electrónicos de la AFP para confirmar la información.

Una histórica revuelta social tuvo lugar en junio del año pasado contra la corrupción de la clase política brasileña y los 11.000 millones de dólares de recursos públicos que costó organizar el Mundial, cuando el país tiene servicios públicos deficientes que requieren inversiones.

Las protestas han continuado desde entonces pero son mucho menores, aunque a veces más violentas y radicales.

El Mundial arrancó el jueves y seguirá hasta el 13 de julio.

En la ciudad inaugural, Sao Paulo, también hubo protestas el jueves.

Invasión de argentinos

En la famosa playa de Copacabana, en Rio de Janeiro, en tanto, los argentinos montaron una verdadera fiesta un día antes del estreno de su selección ante Bosnia Herzegovina en el estadio Maracaná.

La euforia de los hinchas albicelestes provocó una interrupción del tráfico en la Avenida Atlántica que corre junto al mar en este barrio de la zona sur de Rio, hasta que la multitud fue dispersada por la policía con gas pimienta.

Según G1, eran unos 1.500 hinchas; según la prensa argentina, eran muchos más los que se reunieron en Copacabana para homenajear a su selección antes del debut en el Mundial.

La fiesta de los argentinos en Copacabana recibió hasta la “bendición” de un hombre que se paseaba en un vehículo caracterizado como… el papa argentino Francisco, un apasionado del fútbol.

El falso Papa saludaba desde su carro con una réplica del trofeo del Mundial en las manos.

Brasileños y argentinos son eternos rivales en el fútbol, y enardecidos, los argentinos provocaban a sus vecinos al grito de “¡Maradona es mejor que Pelé!”.