Crear una serie que remezca la web y que marque un precedente en el uso de esta plataforma para impulsar los trabajos puede sonar imposible si solo se parte con 30 mil pesos en el bolsillo.

Sin embargo, desde hace seis años un grupo de cinco jóvenes españoles marcó para siempre la historia de la creación de contenidos audiovisuales en línea con formato de TV y en nuestro idioma, convirtiéndose en referentes actuales de este tipo de producciones.

Malviviendo, ambientada en Sevilla, está próxima a estrenar su último capítulo tras seis años de trabajo y tres temporadas. La serie nació en 2008 y la entrega que cerrará este ciclo se concretará con un episodio doble el 7 de julio.

Como muchas cosas, la necesidad y la cesantía gatilló el nacimiento de la serie. Ninguno de los cinco egresados de estudios audiovisuales que la iniciaron se encontraba con trabajo ese año, aunque sí contaban con una cámara semiprofesional Mini-DV, un computador para editar y un micrófono, según relató el equipo al semanario Indiscretos.

Sin embargo, consigna El Mundo, la génesis se gestó en las Islas Canarias, frente a África. David Sainz, quien toma el protagonismo de la serie en su rol como “El Negro”, es el director y principal guionista, y junto a sus amigos se encontraba bebiendo cerveza en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, cuando expusieron la vaga idea respecto a realizar un capítulo piloto para consignar en sus currículos.

De esta conversación surgió el borrador del primer capítulo. Su costo, según les gusta contar a los mismos realizadores, fue de 40 euros (30.000 en moneda chilena). Este monto fue en realidad lo que el padre de Antonio Velásquez, “El Zurdo” en la serie, depositó en su vehículo para ponerlo a disposición de su hijo.

http://youtu.be/ztL8KMLJ9Is

Malviviendo se ubica en un barrio ficticio de clase media baja que denominaron “Los Banderilleros”. Los protagonistas, además de “El Negro” y “El Zurdo”, son “El Kaki” y “El Postilla”, jóvenes sin trabajo que se encuentran casi en un lugar poco privilegiado de la escala social.

Los usuarios valoran de la producción su capacidad de reírse de problemas que en televisión abierta no podrían ser tratados de esta forma, como el abierto consumo de marihuana o el tráfico de drogas que abarca buena parte de la trama, aunque tratado bajo la rudeza de la comedia.

El humor negro tampoco escapa a la historia. Ejemplo de ello es el retrato de las penurias que debe vivir “El Kaki”, encarnado por Tomás Moreno que también es director de fotografía. El personaje en cuestión es un militar en retiro que sufre de discapacidad, y su inestable temperamento se descarga en contra de quienes ofrezcan ayudarlo cuando se desplaza en su silla de ruedas.

http://youtu.be/KthuogM-suc

El financiamiento de los capítulos posteriores en el principio se basó en el modelo del archiconocido concepto de crowdfunding, o “financiamiento masivo”, apelando a los mismos usuarios para que ayudaran a concretar los episodios. Ahora, ya se habla de mucho más de los 40 euros invertidos oficialmente en su nacimiento. Ahora, cada entrega bordea los 80 mil euros, unos 6 millones de pesos chilenos.

El crecimiento no solo se centró en lo económico. De las cinco personas que partieron, ahora se requieren cerca de 20 solo para el staff técnico, junto a un número que bordea entre los 20 y los 50 actores por cada capítulo.

Muchos han emplazado a David Sainz a continuar con la idea, aunque él mismo se ha encargado de señalar al portal Última Hora que el ciclo debe cerrarse. “Somos lo suficiente maduros para saber que este paso hay que darlo”, afirmó, agregando que si bien han soportado el ritmo de grabación y producción, no pretenden estropear la serie con el cansancio.

La productora fundada por estos jóvenes, Diffferent, ahora se enfocará en producciones para el cine. En esta materia ya tuvieron su primer acercamiento con el largometraje “Obra 67″, y por ahora la senda deseada seguirá siendo la pantalla grande, según declaró Sainz .