El cineasta mexicano Alfonso Cuarón, ganador del último Oscar a Mejor Director por “Gravity”, difundió este lunes una nueva carta dirigida al presidente de su país, Enrique Peña Nieto, en la que le pide una serie de debates públicos sobre la controvertida reforma energética.

Una semana después de que Cuarón lanzara 10 preguntas a Peña Nieto sobre la histórica reforma, que tuvieron una respuesta del gobierno, el cineasta envió este lunes una nueva carta difundida por varios de los principales diarios mexicanos en la que insiste en la necesidad de un debate más rico y transparente sobre el tema.

“¿Por qué no debatir?”, cuestiona el director de cine en su carta, en la que propone la realización de tres debates en televisión abierta en horario estelar en los que participen políticos y expertos, además de voces independientes.

La reforma, que abrió por primera vez en 75 años el nacionalizado sector energético a la iniciativa privada, fue aprobada a finales del año pasado pero ahora debe iniciar en el Congreso la discusión sobre sus leyes secundarias, para las cuales el gobierno ya envió su proyecto la semana pasada.

Cuarón reclama estos debates al considerar que el proceso de aprobación de la reforma energética en 2013 tuvo una “pobreza democrática” ya que “las negociaciones cupulares sustituyeron las discusiones profundas y la sociedad careció, dentro y fuera de los partidos, de un debate participativo y plural”.

En la que llama su última misiva a Peña Nieto sobre el tema, Cuarón dice que espera presenciar la “discusión de altura que nuestro país necesita. ¿Es mucho pedir?”.

En sus respuestas a las 10 preguntas iniciales de Cuarón, el gobierno mexicano insistió en los beneficios que proporcionará la reforma, entre las que citó una reducción de las tarifas de gas y electricidad en un plazo de dos años, la generación de unos 500.000 empleos y el aumento de la producción petrolera de los actuales 2,5 millones de barriles diarios a tres millones en 2018.

Las preguntas de Cuarón, una de las cien personalidades más influyentes del mundo según la revista estadounidense Time, tuvieron una gran repercusión en los medios y redes sociales.

Formaciones de izquierda mexicana también han protestado contra la reforma, que creen puede derivar en una privatización de buena parte de la estratégica renta petrolera, e impulsan una consulta popular para revocarla.

La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que hasta ahora ha tenido el monopolio del sector, aporta más de un tercio de los ingresos públicos del país.

De su lado, Peña Nieto ha defendido su reforma como una herramienta esencial para la modernización de Pemex y el nuevo impulso a la producción de crudo, que cayó drásticamente en la última década.