El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió este viernes a su llegada a La Habana a Fernando González, uno de los cinco agentes cubanos condenados en Estados Unidos por espionaje, liberado el jueves tras purgar 15 años en prisión.

Vestido con su uniforme de general, Castro devolvió el saludo militar que le hizo González en el aeropuerto de La Habana, y luego ambos se fundieron en un largo abrazo, en presencia de la madre del agente, Magalis Llort, y de su esposa, Rosa Aurora Freijanes, según las imágenes divulgadas por la televisión.

El mandatario manifestó a González el agradecimiento “de todo el pueblo de Cuba por las acciones de ustedes (los cinco) y muy especialmente por la firmeza de ustedes durante tantos años”.

González, de 50 años, dijo que ser recibido por Castro “es un honor para mí y un gesto que agradezco” y “que me compromete a darlo todo en la lucha por la liberación de mis hermanos (los agentes que quedan en prisión)”

El emocionado agente, que vestía una camisa azul y pantalón vaquero, explicó que sentía una “felicidad inmensa”, pero “difícil de describir (al) estar aquí en Cuba con la familia”, y agradeció a todos los que dentro y fuera de la isla han luchado por la causa de los cinco agentes cubanos detenidos en 1998.

Licenciado en Relaciones Internacionales, González pasó 15 años y medio en la cárcel y es el segundo de los cinco agentes que regresa a Cuba tras cumplir su sentencia, después de René González, quien salió de prisión en octubre de 2011 y volvió a la isla a comienzos de 2013 (estuvo ese tiempo en libertad supervisada).

Fernando González fue liberado el jueves del centro correccional federal de Safford, en Arizona (suroeste de Estados Unidos) y entregado a los servicios de inmigración para su deportación, según dijo a la AFP Chris Burke, portavoz del Sistema Penitenciario.

Los cinco agentes, a quienes el Parlamento cubano declaró “Héroes de la República de Cuba”, fueron condenados en 2001 por un tribunal de Miami, un bastión del anticastrismo.

González fue sentenciado entonces a 19 años de cárcel, que fueron reducidos en 2009 a 17 por orden de un Tribunal de Apelaciones. Por “buena conducta” recibió además una rebaja de condena de 13%, según el comité estadounidense “Free the Five”, con sede en San Francisco.

Los cinco formaban parte de la Red Avispa, un grupo de más de 40 agentes cubanos y colaboradores que operaban infiltrados en grupos anticastristas en Florida para prevenir actos terroristas contra la isla, según La Habana.

El caso provocó gran controversia entre La Habana y Washington, sin relaciones diplomáticas desde 1961, porque la Red Avispa fue vinculada con el derribo en el mar de dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate en 1996, en el que murieron sus cuatro ocupantes.

Las autoridades cubanas admitieron que los cinco eran sus agentes, pero han negado de que espiaran a Estados Unidos.

Los tres agentes que quedan en prisión son Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón Labañino (30 años de prisión) y Antonio Guerrero (21 años y 10 meses).

Cuba ha sugerido al presidente Barack Obama un canje de los cubanos por el subcontratista norteamericano Alan Gross, preso en la isla desde diciembre de 2009, pero esta opción ha sido descartada por Washington, que exige su liberación incondicional.

Gross fue condenado en marzo de 2011 a 15 años de prisión por distribuir en la isla equipos de comunicación satelital por encargo de una empresa contratada por el Departamento de Estado, en un caso que puso fin a una suerte de tregua que La Habana y Washington tuvieron tras la llegada de Obama al poder en enero de 2009.