Un primer lote de carpas enviadas por las Naciones Unidas fueron entregadas a damnificados por las inundaciones en Bolivia, donde arribaron además voluntarios de Cascos Blancos argentinos para ayudar en varias regiones afectadas del país, informó el gobierno este lunes.

La temporada de lluvias con intensos temporales que comenzaron en septiembre y se prolongarían hasta marzo, dejaron hasta ahora 56 fallecidos, 11 desaparecidos y 58.600 familias afectadas, según un balance del Ministerio de Defensa difundido en la jornada en un comunicado.

El Ministerio de Defensa informó que “un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana llegó el lunes al aeropuerto de la ciudad de Trinidad, Beni, (noreste) con el primer cargamento de casi 2.000 carpas de la cooperación del Sistema de las Naciones Unidas para los damnificados”.

El cargamento consta de 873 unidades para proteger a las familias damnificadas, principalmente indígenas pobres.

También llegaron a Trinidad, epicentro de las operaciones de salvataje y asistencia, voluntarios argentinos de la organización Cascos Blancos, “con un lote de medicamentos y potabilizadores de agua”, pues el suministro del recurso natural es complicado.

“No hay agua para tomar, que debe ser tratada, y por eso vino este grupo de personas a colaborar y apoyarnos”, señaló el ministerio de Defensa.

El Ministerio de Salud informó por separado que comenzó a desplazar a médicos a los departamentos amazónicos, principalmente Beni, Pando (norte), Santa Cruz (este), La Paz (oeste) y Cochabamba (centro).

“El gobierno central y el Ministerio tienen la capacidad para atender las emergencias. Hemos movilizado 195 médicos bolivianos”, afirmó el ministro del sector, Juan Carlos Calvimontes. El dengue y enfermedades diarreicas se perfilan como las principales amenazas.

Están afectados por las lluvias 143 municipios, de un total de 339.

Según datos del viceministro de Tierras, Víctor Hugo Vásquez, “las afectaciones en agricultura son de 39.000 hectáreas, que representan el 1,6% (del total de cultivos) y en ganadería más de 40.000 cabezas de ganado, lo que es el 0,5%” del hato ganadero”, indicó.

Barrios enteros están cubiertos por agua, hasta casi 2 metros de altura en sectores, y hay comunidades indígenas rodeadas de agua lo que forzó un éxodo hacia zonas urbanas en búsqueda de comida, agua y abrigo, según imágenes de televisión.

El gobierno decretó hace más de dos semanas la emergencia nacional a fin de destinar mayores recursos públicos para responder a la situación, y además, movilizó a militares y personal de rescate a las zonas afectadas.